5
Hacía más
de una hora que te habías levantado, higienizado y desayunado, ahora te
encontrabas ordenando el desorden de tu casa, primero tiraste todos los papeles
sueltos, luego te dedicaste a limpiar la cocina donde notaste que debías hacer
las compras, tu alacena y heladera necesitaban llenarse, el living te agradeció
que lo ordenaras, un poco de limpieza a tu pequeño mueble del televisor y
terminaste en tu habitación dedicándole un poco de tiempo a tu placard para
luego concentrarse en la horrenda tarea de limpiar el baño.
Estabas
tan metida en tu trabajo que no percataste que tu móvil había sonado, luego de
una hora volviste a la cocina donde verificaste que eran las cuatro y media de
la tarde, frunciste tu entrecejo al darte cuenta que tu nuevo amigo no te había
mandado algún mensaje.
-¿Dónde
esta mi celular?-te preguntaste al no tenerlo encima, por lo cuál comenzaste a
buscarlo-¡Acá estas!-gritaste al levantar tu cabeza de debajo de la cama y te
sentaste en pose indio-Un mensaje nuevo-leíste al abrir la pantalla.
“Te
espero en la esquina de tu casa a las cinco de la tarde, no falles. Un beso. Lean”
y por inercia sonreíste como una tonta, tenías media hora para arreglarte así
que no dejaste que tu mente se perdiera en otras cosas y comenzaste a
arreglarte.
Unas
calzas negras hasta la rodilla, una remera larga de color rojo con un estampado
blanco, tus zapatillas estilo botitas, una coleta al costado, unos apenas
delineados era el atuendo perfecto para pasar la tarde en una plaza.
A las
cinco de la tarde en punto te encontrabas apoyada en una pared de la esquina indicada,
ya habías permitido a tu mente dejar que inventara mil y un historias cuando
tus ojos se cruzaron con unos de color verde, te mordiste el labio al ver como
estaba vestido, bermudas de jeans y una remera rayada. ¡Ah! Su loock se
completaba con unos lentes oscuros de sol. “Todo un fachero” pensaste.
Para las cinco y diez se encontraban sentados
cada uno en una hamaca, apenas las habías divisado tomaste de la mano a Lean y
lo llevaste corriendo hacia ellas.
-Sos
completamente una nena-te dijo con una sonrisa al verte reír con tanta emoción,
vos no le habíad dicho nada porque así te sentías, una nena que volvía a jugar
libremente.
-¿Cuál es
tu juego favorito de la plaza?-le preguntaste con mucha curiosidad.
En el
rostro de Lean se había formado una media sonrisa, seguro algún recuerdo le
habría venido a su mente e hizo lo mismo que hiciste vos momentos atrás, te
tomo de la mano y te llevo hasta una pequeña calesita que había en la plaza.
-Estas
loco si crees que me voy a subir con vos.
-Entonces
si estoy loco-sin decir más nada te tomo en sus brazos para segundos después
sentarte sobre un caballo blanco, sonreíste cuando él se subió al caballo de
color negro que estaba a tu lado.
De esa
forma, entre risas por no poder sacarle la sortija al dueño de la calesita,
entre corridas por los distintos asientos que había comenzaron a disfrutar de
una tarde completamente especial.
-¿Color
favorito?
Lean
esperaba que te tiraras del tobogán para recibirte con sus brazos abiertos-
Azul, ¿tu comida favorita?
-Milanesa
con papas-te respondió mientras tironeo de tus manos llevándote hacia los
subibajas-¿Grupo o artista de música preferido?
-Sin
dudas Beyonce ¡Idola total!-exclamaste entre risas al ver como el se había caía
hacia atrás al intentar bajarse del subibaja-¿Actriz o actor favorito?
-Megan
Fox ¡Diosa!-te entrego una manzana acaramelada que acababa de comprar-¿Equipo
de futbol?
-Banfield,
haciéndole el aguante a la ciudad que en parte me vio crecer ¿Deporte favorito?
-Rugby
¿te parezco lindo?
Tus ojos
se abrieron como platos y una carcajada se había escapado de su boca, llevaron
todo el camino de vuelta haciéndose preguntas, la escusa perfecta para
conocerse más pero sin duda no esperabas que te saliera con eso.
-¿Cine o peli en casa?-te pregunto para
cambiar la tensión que se había formado
-Peli en
casa garpa como loco-ambos sonrieron-Llegamos loquito-tonto apodo le habías
puesto.
El
solamente asintió, te dio un beso en la mejillas y con un “Nos vemos mañana” se
despidió pero tu impulso no se aguanto y te obligo a gritar su nombre, él se
dio vuelta esperando que hablaras.
-Si…-te
miro sin entender-Si me pareces muy lindo-y con una tonta sonrisa entraste
corriendo a tu edificio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario