Capitulo quince.
Estaban los dos arrodillados sobre la cama, sus ojos mantenían esa conexión que ninguno puede explicar lo que les provoca, sonrisas tímidas se regalan y unas pequeñas caricias comienzan a darse poquito a poco.
Mariana comenzó acariciando el cabello de él, disfrutando la suavidad de ellos entre sus dedos con las yemas de a poco comenzó un recorrido hasta llegar al cuello, amaba jugar con las sensaciones que provocaba en el cuerpo de Juan Pedro.
Todo se hacia lentamente nada ni nadie los iba apurar, para ustedes era la segunda y la ultima vez que se iban a tener mutuamente para disfrutarse, para amarse entre unas sabanas y se dedicarían completamente a descubrirse, a conocerse tranquilos.
Las manos de ellas comenzaron a recorrer la espalda y la sonrisa tímida se ensancho al sentir como tembló él por el escalofrío que le recorrió por toda su espina dorsal, sus dedos un poco torpes fueron hacia el final de la remera para levantarla dulcemente a la vez que acariciaba el abdomen y los pectorales. Rieron juntos cuando la remera voló por algún rincón de la habitación y en segundos el pantalón de Peter le hacia compañía en algún lugar que no les importaba.
Peter quiso hablar pero ella lo callo con dos dedos sobre sus labios quienes recibieron un pequeño beso, a cámara lenta Mariana le beso los ojos, la pequeña nariz, la comisura de sus labios, su barbilla antes de separarse para volver a disfrutar del rostro tranquilo que tenía él.
Juan Pedro abrió los ojos al no sentir los labios de ella recorriendo su rostro y la encontró mirándolo, sonriendo sus manos tomaron partido en aquel momento y retiraron la toalla que la cubría.
-Sos hermosa-le dijo cuando las mejillas de Lali se tiñeron de escarlata y agacho la mirada avergonzada.
-Eres la mujer más bella del mundo-y sus labios besaban dulcemente el cuello de ella disfrutando la suavidad de su piel.
-No puedo creer que te este amando una vez mas…-los labios recorrían sin pedir permiso el cuerpo de ella haciéndola temblar por la emoción del momento-Muero por besar tus labios-le dijo volviendo a cruzar miradas.
-Entonces hazlo…
Juan Pedro acerco con miedo su rostro al de ella y dulcemente tomo primero su labio superior, luego el inferior y por fin ambas bocas se abrían dándole permiso a sus lenguas para que jugaran a un juego sin fin del cual ambos disfrutaban, la tomo de la cintura provocando que terminaran recostados sobre la cama.
Los besos eran apasionados sin miedo a dejarse ninguna marca, solo se quitaban las ganas locas de sentirse unidos por algún medio, las manos de ella se prendían fuertemente del pelo de Peter y disfrutaban de acariciar la espalda dejándole pequeños rajuños como recuerdos. En cambio, las manos de Juan Pedro disfrutaban del tacto de los pechos de ella, de la suavidad de su abdomen y de las sensaciones que le provocaba acariciar las esbeltas piernas de esa petiza.
Todo era un mundo de sensaciones que estallaban como si fueran fuegos artificiales, sus mentes estaban en blanco con la única imagen de ustedes dos disfrutándose, olvidándose por completo que abajo estaban sus amigos disfrutando de un partido, de que ambos tenían sus historias afuera de esa casa, olvidándose del mundo por completo ahora solo eran ustedes dos y sus cuerpos uniéndose.
-¿No crees que ya es momento?-le pregunto entre jadeos Mariana no aguantando mas las ganas de unirse a él.
-Todo a su tiempo…
Los besos y caricias de parte de ambos siguieron, reían cuando de pronto se encontraban dando vueltas por toda la cama sin separar sus bocas y quitarse las manos del cuerpo, sus miradas se hacían penetrantes cuando una caricia subida de tono llegaba al cuerpo del otro o alguna queja se realizaba cuando alguno no brindaba alguna caricia y se dedicaba a observar al otro.
Pero el momento había llegado y ambos lo supieron, Peter tomo las manos de ella entrelazándola con sonrisas en ambos rostros, lágrimas de emoción en la mirada de ella y felicidad transmitía la de él.
-¿Preparada?-ella solo asintió brindándole mas espacio para que se acomodara.
Si lo que disfrutaron se realizaba todo en cámara lenta, este momento fue una tortura para ambos Peter se encargo de ingresar lo mas lento posible no quería lastimarla ni arruinar el momento, solo se dedico a disfrutar junto a ella.
Un grito de satisfacción salio de ambas bocas cuando por fin estaban unidos, las piernas de ella rodearon la cintura de él, las manos seguían unidas y ustedes unieron sus frentes y sus labios en interminables besos, los movimientos eran lentos al principio luego comenzaron a subir temperatura hasta que luego de un largo rato Juan Pedro caía al lado de ella arrastrándola hacia su pecho cayendo en un profundo sueño sin que ninguno de los dos borrara la sonrisa que tenían.
-.♥.-
Flash Back: Comienzo.
Flash Back: Comienzo.
-¿Peter a donde me llevas?-le preguntaba ella cuando en medio de la fiesta de egresados su novio la tomo de la mano y la saco del lugar.
-Es sorpresa cariño-él nunca le diría nada hasta que llegara el momento, hacia una semana que planeaba todo y temía que nada saliera como quería pero sus amigos le habían jurado que todo estaría perfecto.
La pequeña playa que tenía el pueblo estaba totalmente desierta, había mucha razón ya que todos estaban en la fiesta del colegio secundario menos ellos dos, Mariana y Juan Pedro, que se escaparon del montón para vivir un momento único.
Cerca del mar pero alejado de la vista de todos, una pequeña cama (como esas que se usan en un parador privado) decorada con sabanas rojas y rodeada con una finita tela, a su lado una mesa blanca con un sillón blanco esperaban ser ocupados por personas.
-¿Qué es esto?-le pregunto a su chico cuando estaba frente a todo mirando sorprendida.
-La sorpresa-le respondió Peter en el oído y paso por delante de ella tirando de su mano para sentarse en el sillón, tomo la bebida que había sobre la mesa y lleno las dos copas-Brindemos por nosotros dos.
-Por nosotros dos-repitió Mariana sonriendo antes de tomar un trago de aquella bebida líquida.
Y la noche transcurrió por si sola, un baile lento al ritmo de las olas romper fue lo que ella le pidió a su novio quien se lo regalo gustoso, un beso tierno, otro mas calido y la pasión los sucumbió por completo a ambos.
Mariana tomo la mano de él y fue la que lo llevo hasta la cama que esperaba en algún costado sea para lo que se la necesite, sentándose frente a frente volvieron a besarse sin decir nada solo disfrutaban como muchas otras veces.
De pronto la camisa de Peter recorrió su espalda y sus brazos hasta terminar en la arena junto a su pantalón de vestir, minutos después Mariana estaba entre las piernas de él quien la acariciaba sin ninguna prisa conociendo todas las sensaciones salvajes que nacían en ese instante.
El ruido de la cremallera del vestido obtuvo la atención de ambos a la vez que dejaba al descubierto la piel aterciopelada de ella, “no tengas vergüenza” le dijo cuando Lali escondió su rostro en el hueco que había entre el cuello de él y su rostro, ella río e impulso a ambos hasta caer sobre la cama.
La noche con la luna llena y las estrellas brillantes junto al mar fueron los testigos de los besos tiernos y apasionados por momentos que la pareja se regalaba, fueron los únicos testigos que observaron las caricias atrevidas que a veces a Peter se le escapaban y de las caricias tiernas que Lali solo sabía dar porque cuando ella estaba con él era toda ternura.
Un gritito de dolor dio la morocha cuando por fin unían sus cuerpos, lloro de emoción cuando Juan Pedro se detuvo un instante hasta que ella con un movimiento de cadera le indicó que cualquier tipo de dolor había desaparecido y ahí el baile fue otro, sus cuerpos se compenetraban, encajaban a la perfección.
Era como si dios hubiera hecho sus cuerpos con las simetrías perfectas para que encajaran, los besos paseaban desde los labios hacia el cuello, las manos de ella acariciaban constantemente el rostro de Peter asegurándose que no estaba soñando y las manos de él se perdían entre el cabello de ella.
Rieron cuando Mariana acabo recostada por completo encima de él luego de que una lluvia de fuegos artificiales invadió su momento, habían llegado al éxtasis de su primera vez y no lo podían creer.
-Te amo…-le dijo ella luego de recuperar un poco la compostura y miro esos ojos verdes que estaban llenos de pasión.
-Yo te amo mucho mas-y el grito que pego ella al caer sobre el colchón provoco una risa mas a la lista-¿Otra ronda?-las risas que siguieron indico que la noche no terminaba en ese momento.
Flash Back: Fin.
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