sábado, 3 de septiembre de 2011

Fuiste mia un verano

Capitulo veinticinco.


Desde atrás de la cortina blanca que colgaba sobre la ventana que había a mitad del pasillo que daba a las habitaciones y tenía vista hacia el frente de la casa, observaba como cada miembro de los Esposito se subía sobre un auto distinto menos una, Mariana se quedaba estática por unos minutos, ella sabía que yo la estaba observando, siempre lo supo desde que éramos unos adolescentes y cada vez que Rogelio decía que partían de vacaciones, nosotros no hablábamos y yo me despedía de esa forma.

-¿Te vas a quedar largo rato viendo como se van?-la voz de Luz detrás de mí me tomo por sorpresa.

-¿Qué decís enana?-me voltee quedando cara a cara, ella estaba cruzada de brazos mirándome seriamente-¿Por qué me miras así?

-Porque sos un tonto…-revoleé los ojos al escucharla-No hagas así Pedro, sos un tonto y reconócelo.

No estaba de humor para escuchar los sermones de mi hermana, así que pase por su lado dirigiéndome hacia mi habitación pero se ve que Luz si quería decirme algunas cosas y no iba a parar hasta lograrlo.

-No ves que sos tonto, que huye de que le digan la verdad… ¡Peter podes escucharme que te estoy hablando!-me gritaba al verme recorrer mi habitación de un lado a otro.

Luz estaba al lado de la puerta con sus brazos en su cintura esperando que le hablara, pero no lo iba a hacer porque no tenía porque escucharla, ya fue suficiente con el rechazo definitivo de Mariana y mi cabeza que revuelve todo cada noche para que la escuche a ella.

-¡Peter!

-¡Que! ¡¿Qué queres que te diga Luz?!-los ojos celestes de mi hermana me miraban asustados-¡¿No ves que no tengo ganas de hablar?! ¡¿Qué no puedo hablar sin alterarme?! ¡¿Qué ya tengo suficiente conmigo solo para que vos me des un sermón?!

Deje caer mis brazos cuando termine de gritar, había explotado y ya nada iba a ser que me calmara, cuando volví a mirar a mi hermana sus ojos estaban lagrimosos como los míos, en ese momento no lo pude soportar mas y me largue a llorar dejándome caer sobre mi cama, sentí los pasos torpes de Luz al acercarse a mi lado y poder acunarme en su pecho.

-Ya esta Pitt…Perdóname, la tonta soy yo…-me acariciaba tiernamente el pelo-Es que me da bronca que estén sufriendo por una cagada que te mandaste y mas bronca me da que vos te hagas el orgulloso cuando ella-refiriéndose a Mariana-Te ofrece igual su ayuda.

-Yo no quiero su ayuda por conveniencia…-le hablaba entre sollozos…-Quiere que este a mi lado porque lo siente de verdad…

Y de a poco comencé a soltarme, a contarle el dolor que sentía cada vez que iba de Camila y me mostraba alguna ropita de bebe o cuando la veía a Mariana y dolorosamente me esquivaba, cada noche lloro pidiéndole al barbudo que sea una pesadilla y al despertar las cosas sean distintas pero nunca se me cumplía, Lali no me hablaba y Camila llevaba a mi hijo en su vientre.
-.♥.-


El día me la pase en familia, acompañando a mi madre cuando salio a realizar compras, ayudando a mi hermana con sus deberes del colegio, jugué con Bautista, tomé mate y toque la guitarra con mis hermanos y junto a mi viejo nos dedicamos a arreglar un auto por un largo rato.

Eran las once de la noche cuando volví a caer sobre mi cama, suspire al sentir mi cuerpo relajarse por completo había sido un día de familia pero agotador al completo, mis ojos vagaban por mi habitación evitando que mi mente comenzara a pensar cuando me cruce con una fotografía reciente.

Me acomode mejor sobre la cama y me estire hasta tener el porta retrato entre mis manos, era la primera foto de mi hijo, la primera ecografía de el y la emoción me consumió por completo.

-Por vos soporto todo esto pequeño…-dije en susurro antes de darle un beso.

Cuando por fin me había acomodado perfecto en la cama para dormir de una vez, el sonido agudo de mi móvil comenzó a sonar perezosamente lo atendí y lo que escuche me paralizo por completo.

-¡¿Pero ella esta bien?!...
-.♥.-

Flash Back: comienzo.


Al otro día de la cena con Mariana, te levantaste con mezclas de sentimiento entre enojo y tristeza, todavía recordabas las palabras de ella mientras desayunabas pero fueron interrumpidas por una llamada.

-¿Si?

-Pedro, soy Cami…-escuchaste desde el otro lado de la línea.

-¿Qué paso Cam?-vos te dedicabas a desayunar tranquilamente.

-Te quería avisar que hoy tenemos la primera ecografía o mejor dicho ultrasonido del bebe…-y todo en ese instante se detuvo, luego solo escuchaste que en una hora te esperaba en la clínica donde ella se atendía.

Una hora y media después estaban ambos en la sala de espera, la Dra. Medina se encontraba retrasada con los turnos así que tuvieron que esperar más de lo debido.

-¿Camila Hernández?-la vos dulce de la doctora obtuvo su atención-Adelante.

La típica presentación del médico con el padre del bebe explicándole lo que harían en ese momento, Camila se encontraba recostada sobre una camilla con su panza plana aun al aire.

-Te va a dar un poco de frío esta crema…-le aviso cuando se la esparció y como aviso a Cami le dio un escalofrío-Bueno, el ruido que van a escuchar ahora va a ser el latido del corazón y luego veremos si podemos encontrar imagen del feto.

Ambos asintieron, Peter se encontraba sentado a un lado de la pelirroja quien te tenía una mano aferrada a la de él y la otra sobre su pecho, de pronto unos ruidos comenzaron a sonar y segundos después se escuchaba un ruido mas parecido al galope de caballo.

-¿Ese es su latido?-pregunto él realmente emocionado, la doctora con una sonrisa asintió-Suena fuerte…

-Y así es, los latidos están a la perfección…-Camila miro sonriente a Pedro, la doctora le limpió el gel para colocarle otro-Bueno, ahora vamos a buscar imagen para que conozcan a su hijo.

Los ojos verdes de Peter estaban detenidos en el monitor donde la doctora les indicaba que aquella pelusita que veían era su hijo, las lágrimas en el rostro de la madre no se hicieron esperar y en Peter tampoco.

-Felicidades chicos…-la doctora termino la ecografía dejando congelada la imagen del feto en la pantalla del monitor…-Ahora vuelvo con la eco para que cada uno tenga su copia, con permiso.

La doctora desapareció y Camila se dirigió hacia el baño, quedando solo Juan Pedro en aquella habitación blanca que le producía escalofríos, se acerco lentamente hasta el monitor mirándolo sin salir de su sorpresa, sus ojos estaban repletos de lágrimas porque a pesar de todo ese era su hijo.

-No sabes cuanto te quiero…Es raro querer a alguien sin conocerlo pero es así, te quiero y me voy a encargar que seas la mejor persona del mundo…
Flash Back: fin.

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