Capitulo ocho.
-Bien, decime de que queres hablar…-me dijo mientras se acercaba a mi luego de encerrar a su yegua en el corral.
-¿Caminamos un poco?-le ofrecí con una sonrisa de lado, ella acepto y comenzamos una caminata en silencio hasta llegar a una hamaca echa por troncos de árboles.
-¿Te acordas cuando la hicieron junto a mi hermano y mi nono?-me pregunto tomándome por sorpresa luego de que se sentara.
Me senté a su lado y recorriendo con mi mano la suavidad de los troncos…-Como olvidarme La, nos tomo un día entero hacerla pero valió la pena…-ella solamente me sonrío y agacho su mirada al instante.
-Enserio Pitt de que queres hablar…
-Si, yo quería hablar sobre nosotros…-suspire y note como ella me miraba sin comprender-Quiero aclarar las cosas, quiero que estemos bien durante estos tres meses.
Lali enarco una de sus cejas como cada vez que algo le sorprendía y con un tono dudoso en su voz me pregunto…
-¿Te vas a quedar todo el verano?...-se acomodo el cabello unos instantes-Ósea que no viniste solamente por el reencuentro.
Me rasque la cabeza mientras reía porque con ella todo se trataba de risas, nervios y alegría. Pasara el tiempo que pasara ella siempre iba a realizar ese efecto sobre mí.
-Así es petisita-y por primera vez vi que me sonreía al escucharme llamarla así-Me quedo todo el verano, por eso quiero que nos llevemos bien, que volvamos a ser los amigos de antes.
-No podemos ser los amigos que fuimos antes…-note como se frotaba los brazos debido al vientito que comenzó a levantarse…-Gracias…-me dijo cuando la abrigue con mi campera-Te decía que entre nosotros nada va a ser lo mismo Peter, tenemos muchos recuerdos fuertes…
-Y hermosos-la interrumpí
-Si hermosos también los cuales nos unen en otro sentido-se rasco la nariz porque le daba vergüenza al recordar algunas cosas que nos unían-Y la verdad para mi es muy difícil ser tu amiga como si nada…
La mire unos instantes y me levante de la hamaca, era tarde y era hora de volver al pueblo nos esperaban todos en lo de Eugenia.
-Por lo menos intentémoslo…-luego tire de su mano, la lleve hasta la casa de sus abuelos para que recoja sus cosas, segundos después estábamos en el auto volviendo a nuestra tierra.
-.♥.-
-¡Pero no seas tonta Lalunga! Inténtalo aunque sea-me incentivaba la flaquita luego de contarle la mini charla que tuve con Juan Pedro en la casa de mis abuelos.
-¿Vos decís? Pero es imposible estar con él y no pelearnos-le confesé, estábamos en la cocina de Eugenia limpiando los platos.
La noche de reencuentro había sido todo un éxito, Rochi y Mery se habían encargado de cocinar un matambre a la pizza de primera y Euge se había encargado de hacer el postre: chocotorta, la favorita de todos.
Revivimos miles de recuerdos desde la primaria hasta la secundaria, vimos alguna que otra peli, jugamos al Twister, al dígalo con mímica entre otras cosas, ahora los chicos estaban discutiendo si ir a un boliche o no por ende con Cande nos excusamos con la escusa de lavar los platos, momento perfecto para recibir consejos de mi mejor amiga.
-¿Lo queres todavía? Digo para que te necies en intentar tener una amistad con Peter es por algo-cuestiono pegándome cariñosamente en el brazo luego de terminar de secar un plato.
Cerré el grifo y apoyo mis dos cachetes traseros sobre la fría mesada de mármol, mi amiga se sentaba en una silla quedando enfrente de mí.
-¡No!-y me refregué las manos por el rostro-Lo que yo quiero es que no se confunda él. ¡Pero no se puede! ¡Es inútil, ya me di cuenta que él siempre va a lograr todo lo que quiere cuando se refiere para conmigo!-y deje caer mis manos sobre mis muslos.
Cande se cruzo de brazos inspeccionándome con la mirada, una risita se me escapo cuando note que ella se había puesto en papel de psicóloga, siempre lo hacia cuando yo entraba en crisis de no saber que hacer, es una amiga con todos los papeles habido y por haber.
-No digas eso, si el pelado te dijo eso es porque quiere llevar el verano en paz no quiere lograr nada de otro mundo…-se hizo la pensativa provocando mas mi risa-Aparte no se sorprendería ya que te conoce de pie a pa. Todita por completita…
-¡Hay Candela cállate!-le grite una vez que me tire sobre ella quedando sentada en su regazo-Gracias amiga…
-De nada peque-y nos fundimos en un abrazo lleno de ternura.
-.♥.-
Me encontraba sentado en el sofá central del living escuchando las distintas propuestas de boliches a los que querían ir los chicos pero la verdad no estaba prestándole atención, solamente pensaba en la morocha que estaba en la cocina y me daban unas ganas tremendas de ir con ella.
-¿Qué te anda pasando pelado chamusquero?-ese era Agustín mi otro mejor amigo, se había cansado de discutir con las chicas y se acerco a mi lado.
Bufe y mirándolo unos instante al cacheton le hable-No se, estoy sacado de onda porque fui al campo de los abuelos de Lali-él asintió para que continuara-Tuvimos una mini charla donde le dije que intentemos ser amigos pero ella no quiere.
Agustín me palmeo la gamba dándome apoyo-Solo necesita tiempo, hace tres años mas o menos que no te ve…-le dirigí mi mirada-No esperes que haga todo como si nada de golpe, es la petiza es muy frágil con todo este tema y lo sabes.
-Si ya lo se-y a la vez asentí con mi cabeza cabizbaja-¿Pero que hago para no perderla del todo? Agus necesito tenerla cerca aunque sea como una amiga más del grupo.
El rubio de golpe comenzó a negar con su dedo índice y una sonrisa tierna forme al escuchar de su boca salir “Ella no es más del grupo, ella es Mariana Esposito tu petisita, el amor de vida…”, era un amigo de fierro para con los dos, a mi me iba a escuchar y aconsejar siempre hasta defenderme cuando me atacaran o lo que sea, con Mariana era lo mismo solo que lo acompañaba un sentimiento de protección de hermano del corazón hacia ella.
-¡Vamos a Nox y punto!-nos distrajo el grito de la rubia pelicorta, se encontraba encima de una silla gritando con los brazos en alto-Así que ustedes dos que están tirados-y con Agustín nos apuntamos-Si, si ustedes vallan a buscar a las otras dos y nos vamos a bailar…
Como no quedaba de otra cortamos la conversación de futbol que habíamos comenzado con mi amigo y emprendimos camino hacia la cocina, escuchamos que estaban charlando y preferimos quedarnos en la puerta escondidos a escuchar algo de lo que hablaban.
-.♥.-
-Así que el cacheton quiere irse unos días con vos solita a la cabaña de sus padres…-repetía lo último que escuche salir de la boca de la flaquita, estábamos en la misma posición yo en la mesada de mármol y ella en la silla enfrentada a mí.
-Si, yo le dije que había que ver que onda…-tomo un trago de la gaseosa que se había servido-Pero más que seguro que si, ¡ojo mis viejos no lo van a saber!
Me estire para dejar en el lavabo el platito vacío que anteriormente estaba ocupado por un pedazo de torta helada que le robe de la heladera a la pelicorta-¿Por qué?-le pregunte mientras me enjuagaba las manos-Si hace ya un tiempo que están juntos.
-¡Pero mi suegro es celoso Lala!-y nuestros ojos se dirigieron hacia los muchachos que entraban a la cocina-Así que ustedes van a ser los encargados de cubrirnos.
-¡¿Nosotros?!-exclame a la misma vez que Peter.
Agustín sentó sobre sus piernas a su novia y Peter se sentó a mi lado, mis ojos lo miraron de reojo al sentir el suave contacto que tuvieron nuestras manos quedando inconcientemente entrelazadas.
-Si ustedes ¿no son nuestros mejores amigos?-cuestiono Candela perdiéndose en la caricia que su amado le estaba regalando.
-Obvio que somos sus mejores amigos-y ese era Peter que se rascaba la cabeza impaciente-Pero nos ponen en aprietos.
-¡Hay como si nunca lo hubiéramos hecho Pitt!-los tres me miraron e instantáneamente sonreímos porque todo daba a que las cosas podrían volver a ser como antes, o por lo menos mucho mejor.
Candela se perdió por completo en los besos que Agustín le robaba y la incomodidad nos invadió a Peter y a mí, tiempo atrás cuando nos encontrábamos los cuatro juntos era todo distinto, el cacheton y la flaca comenzaban un teje y hereje con su relación y nosotros ya estábamos establecidos formalmente, entonces cuando uno le robaba un beso a su chica él otro copiaba los pasos pero ahora era imposible hacerlo.
-¡Che! ¡Che! ¡Pero che dejen de comer delante de los pobres!-grito el pelado interrumpiendo los arrumacos de la parejita-Nosotros veníamos por otra cosa acá.
-¡Huy es verdad!-exclamo Agus al recordar el motivo…-Nos vamos de bailanta muchachas
-¿A donde salimos?-quiso saber Cande mientras su novio entrelazaba sus manos y comenzaban a caminar hacia donde se encontraba el resto.
Peter se bajo primero de la mesada y tomándome de sorpresa me tomo de la cintura para segundos después colocarme a su lado.
-Nos vamos a Nox…-le contesto a mi amiga todo esto sin quitar la mano de mi cintura, íbamos caminando unos pasitos detrás de la pareja cuando me digne a regalarle una mirada de advertencia-No me mires así porque no pienso dejarte sola en el boliche.
-¿Perdón?-pregunte enarcando mis cejas, me separe de él para quedar enfrentada-¿Cuál es el motivo por el cual no me dejaras sola?
-Tu ropa…-me contesto tranquilo mientras me relogiaba con la mirada, llevaba puesto unos short negros con un estraple corte corazón de color blanco que pronunciaba las curvas de mis pechos y unos zapatos de tacón con tachas.
Me mire por el espejo que había en la entrada de la casa y con una sonrisa inocentona le dije…
-Si estoy re linda…
-Por ese mismo motivo…-luego tiro de mi mano como se tomo costumbre últimamente y nos subimos en la parte trasera del auto del cacheton, la noche estaba por comenzar.
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