sábado, 3 de septiembre de 2011

Fuiste mia un verano

Capitulo trece.


¿Sabían que en un mes pueden pasar muchas cosas? Los días pasan y con ellos las historias de vida de cada persona se siguen escribiendo como si nada, hay días que en esas historias de vida se escriben cosas buenas como cosas malas.

Unos zapatos abiertos de taco color negros con detalles plateados en la parte de los talones, un remera top negra, una pollera crema apenas tableada con el pelo totalmente alaseado era look perfecto para un casamiento a la cual estaba invitada hacia ya un mes desde que era novia de Benjamin Amadeo.

Me mire al espejo de cuerpo entero y mis ojos marrones no transmitían nada simplemente eran neutros, me acerque hasta mi tocador para terminar de retocarme el maquillaje luego me senté en mi cama para guardar algunas cosas que me faltaban en mi pequeña cartera y ahí mis ojos solo transmitieron dolor al cruzarse con una flor seca que descansaba sobre mi mesita de luz desde hacia un mes.
Flash back: comienzo.


En verano todo es diversión, esa es la ley que escribieron todos ustedes desde que eran unos simples jóvenes y siempre la cumplieron al pie de la letra. Era miércoles, mitad de semana y eso no era escusa para no juntarse, les dije para ustedes verano es diversión y a la ley no se la incumple.

La casa de los Lanzani era quien sufriría los estragos de ustedes, habían organizado para juntarse a comer un asado y llevaban una noche pasada de límites.

Las botellas de vinos se replicaban pasada cada media hora, las ensaladas quedaron escasas y hubo carne de mas, el helado fue recibido lleno de felicidad por todos los comensales pero faltaban tres cosas fundamentales en una buena reunión: la cámara de fotos que estuvo a cargo de Candela, la fotógrafa profesional del grupo quien no se olvido de retratar ningún momento de los cuales al otro día se morirían de la vergüenza al verse, segundo nunca puede faltar alcohol si bien que con el vino se conformaban Agustín, Nicolás y Gastón se encargaron de traer Gancia, Fernet, Septiembre y entre otras bebidas para la madrugada y por ultimo nunca puede faltar la música que estuvo a cargo de Pablo, un DJ por hobbies que descubrió al trabajar de adolescente en boliches en pueblos vecinos.

Ya llevaban un buen rato disfrutando de aquella noche, todos bailaban, se reían por los chistes o chismes que se contaban pero vos estabas sentada en tu silla cruzada de piernas con un vaso de gaseosa porque no tomabas mucho mirando a cada uno de esas personas que hacían de tu vida una muy feliz.

-¡Deja de quitarte la ropa rulos que nos cagamos de hambre!-le gritaste a Nicolás cuando este se subió a un banquito para hacer un estilo striptips, ojo todo debido a la cantidad de alcohol ingerido-Ey Luz detene a tu novio…-le avisaste entre risas.

-¡Nicolás Riera no muestres tu chongo por que te mato!-solamente le advirtió desde su lugar-¡El chongo no!-le volvió a gritar al ver que amagaba con el calzoncillo, cuando se aseguro que sus partes todavía estarían cubiertas volvió a la conversación que tenía con las dos Daniela.

Negaste con la cabeza porque esos dos eran tremendos, seguiste mirando a tus amigos y viste a Cande a puro chape con Agustín en el borde la piscina sonreíste tiernamente porque amabas verlos juntos, ver como se amaban y te hacia feliz saber su historia desde un comienzo.

Eugenia se encontraba con María bailando un poco de la cumbia que sonaba, porque según ustedes además de que no debe faltar cuarteto en una fiesta tampoco tiene que falta una buena cumbia que te haga provocar al que tenes al lado. Al ratito llegaron Victorio y Gastón con sonrisa cancheras para sacarlas a bailar por supuesto ninguna de las dos se negaron y en la otra punta de la mesa estaba Pablo con Valeria sobre sus piernas hablando, seguramente de cosas cursis que solo ellos dos se decían y sonreíste cuando tu amiga lo hizo luego de que su chico le dijera algo al oído.

-¿Podemos hablar?-y tus ojos marrones vieron a la ultima persona que faltaba enfocar, tus ojos se tomaron el tiempo de relojearlo llevaba una camisa roja acuadrille con unos jeans gastados y su pelo despeinado como siempre, “todo un caño”

-¿Qué haces Peter?-le preguntaste cuando te tomo de la muñeca y tironeo de vos hasta llevarte a su cuarto-No te dije que podíamos hablar.

Cerró la puerta y te soltó dejándote parada en el centro de la habitación, viste que se acerco hasta su escritorio donde tomo algo que no pudiste ver y bufaste porque no soportabas que haga esas cosas sin dejarte expresar.

-¿Qué queres Pet…-y no pudiste terminar de formular la pregunta porque sus labios cubrieron los tuyos.-No…-dijiste al retirarle la cara con tus manos…-No Peter, esto esta mal…

-Esto no esta mal…-señalando a los dos-Esto esta bien-tomo tu rostro para acercarlo una vez mas y tomar tus labios en forma posesiva.

Intentas soltarte con pequeños golpes sobre su pecho y pataleaste hasta cansarte pero llego un momento que las mariposas que revoloteaban en tu panza te hicieron ceder dejándote poco a poco disfrutar de los pequeños besos que te daba, hacía tres semanas de lo ocurrido en Nox y recién ahora se volvían hablar.

-Esto tuvo que haber sucedido en aquel boliche…-dijo cortando el beso en pequeños picos…-Como extrañaba estos labios, como extrañaba sentirte así-y sus besos comenzaron a recorrer toda tu cara.

-Peter para, para un momento-le pediste separándote un poco, te pasaste las manos por el pelo desesperada había algo que no le habías contado y de que todos tus amigos te cubrían.-Hay algo que tenes que saber.

Él te tomo de la cintura y otra vez volvió a besarte, “disfruta por ultima vez” te dijiste al recordar que luego tenías que darle una noticia dolorosa, rodeaste su cuello con tus brazos y te propusiste darle el mejor beso de toda su historia, el cual duro unos quince minutos y ante la falta de aire se vieron en la obligación de separarse.

-Esto es para vos…-te dijo entregándote una rosa roja-Todavía me acuerdo que es tu favorita-sonreíste enternecida y te mordiste el labio porque te lo querías comer a besos, era tan dulce de leche que no podías creer que la vida te lo puso en tu camino.

-No…-dijiste decidida al ver que quería besarte otra vez-Tengo que decirte algo muy importante.

-¿Qué cosa?-se sentó en la cama pidiéndote que te colocaras a su lado pero vos decidiste quedarte ahí junto a la puerta, suspiraste e intentaste reunir coraje-Ey petisita que pasa…

-Estoy de novia con Benjamin-y cerraste los ojos “¿Qué? ¿Es una joda?” Te pregunto alborotado sin entender y vos negaste a todo-Hace una semana que me anime a decirle que si a su propuesta, no quería que te enteraras por otros y como nosotros estábamos mal ni nos dirigíamos la palabra no tuve oportunidad antes.-viste como sus ojos se aguaron y te sentiste pésima, tragaste un poco de saliva encontrando la manera de recomponerte-Me voy a ir mejor em…-viste la flor y lo viste por ultima vez…-Pitt…

-Ándate de una vez por favor…-y lloraste al escuchar su rechazo con todo derecho…

-Perdón…-y con la flor entre tus manos desapareciste de aquella habitación.
Flash back: Fin.


-Que hermosa que esta mi novia…-escuche apenas abrí la puerta de la calle.

Me sonroje a penas porque cualquier galantería que me dicen sea quien sea me da un poco de pudor, nunca me acostumbro a que disfruten de la belleza de una mujer. Le sonreí dulcemente y enrede mi brazo con el suyo.

-Vos también estas muy guapo-llevaba un traje negro con una camisa celeste claro que combinaba con sus ojos-Me gusta el toque del pañuelo-le dije al notar que en vez de corbata llevaba un pañuelo.

-¿Preparada para una fiesta de lujo?-yo solamente sonreí y deje que su auto nos llevara hasta el lugar.
-.♥.-


El tiempo pasa volando siempre dice mi tía Negrita cada vez que hay una reunión familiar y nos ve más grande y distintos. Y cuanta verdad tiene, ya paso un mes de mi llegada y me quedan dos por delante si porque a pesar de que el verano termine en marzo, mis vacaciones duran hasta abril. Durante este mes cambiaron tantas las cosas que nunca pensé que se darían así.

Un jeans blanco, una camisa manga corta acuadrille en tonos rosados, el pelo apenas peinado casi en su totalidad despeinado, mis lentes oscuros de sol, las llaves del auto y estaba listo para irme.

Cuando el auto arranca la música comienza a sonar y la voz melodiosa de Miley Cyrus resuena a todo volumen, mis dedos golpeaban el volante al ritmo de ella y estaba tan metido en la canción hasta que escuche mi celular sonar, aproveche que estaba frente a un semáforo en rojo y lo leí.

De: Camila.
Para: J.P

“Bebe no te olvides de comprar la protección muero por disfrutar de vos toda la noche”.

De: J.P
Para: Camila.

“Quédate tranquila que no me voy a olvidar, yo también deseo disfrutarte toda la noche linda.”


Les dije o no les dije que todo en un mes pudo cambiar y mucho, el semáforo cambio a verde y me dirigí hacia la farmacia más cercana, próximo destino: una noche fogosa con Camila.
Flash back: Comienzo.


Viernes, noche de machos y por decisión grupal se salía o se salía, el destino era Madame, quedaba en Rosario y era uno de los boliches que temporada tras temporada se prendía siempre, era el lugar justo para salir y no estar vigilados por nadie que luego iría con el chisme a las chicas.

La noche había comenzado en la casa de Victorio, el menú se trato primero de papas fritas, chisitos, maní salado, rueditas y todo tipos de frituras que acompañara a la cerveza y al mini campeonato de play, luego pizzas, panchos o hamburguesas para quien quería y por ultimo las distintas bebidas alcohólicas que te prendían antes de un boliche.

Tomaron demasiado pero no tanto como para llegar al boliche borrachos, cuando es salida de macho no les importa nada se ríen de todo y de todos, bailan con cualquiera y se encaran a la primera que pasa hasta vuelven a tener quince años y compiten a ver quien se gana a la primer minita hermosa que pase por su vista. La noche estaba estallando, la música del lugar era muy buena, la gente agradable a mas no poder y ustedes se acaparaban la vista de todas las chicas del lugar.

Estabas en la barra tomando un tequila con Agustín mientras ambos observaban a cada uno de sus amigos, Nicolás estaba bailando con una conocida pero era vigilado seriamente por vos porque aunque sea noche de machos y no tengan límites, él es el novio de tu hermana y no ibas a permitir que la lastimara.

-¡Ey morocha!-le grito Agustín a la chica con quien estaba hablando Victorio-¡Dale bola a mi amigo no ves que se muere por estar con vos!-la chica solo río y vos también, tus amigos eran los mejores.

Gastón ya estaba a los besos limpios con una castaña claro bastante bonita en medio de la pista, cuando lo vieron empezaron a aplaudirle y ovacionarlo provocando vergüenza en el rubio y risa en la chica ya que Gas llevaba toda la noche persiguiéndola e intentando conquistarla.

-Muchachos necesito un favor-se acerco a ustedes colocando sus manos en cada hombro-¿Tienen un forrito para prestarme?-y la cara de súplica que hizo causa la risa de ambos.

Sacaste tu billetera de tu bolsillo sin poder contentar la risa quitaste un condón, esta bien siempre hay que ir precavido cuando se sale…

-Toma winner, disfruta y después nos contas-le dijiste entregándole, Pablo les aseguro que si y desapareció con la chica-¿Y vos cacheton no vas a ir en busca de ninguna?

Agustín antes de contestarte tomo de un trago el tequila e hizo una cara de asco al sentir el líquido quemarle la garganta-La verdad que no, estoy esperando a que pongan buena música para bailar o aburrirme e irme en búsqueda de la flaca.

-¡Estas hasta las manos!

-La amo pelado y se que ella me va a hacer disfrutar mas que cualquier otra-sonreíste al escucharlo hablar así y le diste una palmada en su brazo diciéndole que valla en busca de la flaca-¿En serio no te va a molestar?-vos negaste y le repetiste que se fuera a disfrutar de verdad-Sos un groso amigo…

Una vez que se fue tu amigo terminaste de tomar el tequila que tenías frente tuyo y te encaminaste hasta el baño necesitabas descargar tu vejiga, como siempre pasa era un lío llegar hasta el lugar y salir era mucho peor.

Siempre intentas no chocar a nadie para que no te ensucien la ropa con bebida pero siempre chocas con alguien, le pedís perdón e intentas seguir caminando pero esa persona te retiene del brazo giras para decirle que te suelte y te encontras con una pelirroja sonriente.

-Se ve que nuestro lugar de encuentro es el baño…

-¿Qué haces Cami?-la saludaste con un beso en la mejilla-Parece que si ¿estas sola?

-Así es ¿y vos?-le afirmaste la respuesta-¿Tomamos algo?

Cerveza, gancia, daiquiris, champaña, pronto y miles de bebidas más hicieron que ambos terminaran en un estado no conciente de lo que hacían, las luces se prendían y apagaban haciendo un efecto seguero en su mirada, las luces se prendían y ustedes estaban hablando muy cerca, las luces se apagaban y al segundo se prendían y ahora ustedes bailaban pegados demasiados, las luces volvían apagarse y volvían a prenderse y tus manos se prendían de la cola de ella y subían frenéticamente hasta sus pechos, la rutina de las luces se repetía y ahora las manos de ellas jugaban en tu parte trasera hasta llegar a tu parte delantera, la cosa estaba pasando los límites.

-No juegues con fuego que te puedes quemar-le susurraste en el oído al sentir su mano sobre tu miembro acariciándolo.

-Me quiero quemar Lanzani…

Al otro día te despertaste por el sonido de tu celular anunciando una llamada perdida, maldeciste al ver que eran las dos de la tarde te sentaste en la cama y al abrir tus ojos no reconociste el lugar.

-No vuelvo a tomar nunca mas en mi vida-dijiste al sentir el dolor de cabeza-¿Dónde estoy?-empezaste a mirar por todos lados hasta que descubriste otro cuerpo descansando en la cama, lo destapaste lentamente-Camila… ¿Qué hicimos? ¡OH no por dios!-dijiste todo a la vez al entenderlo que había pasado.

Te cambiaste a las apuradas e intentando hacer el menor ruido posible, verificaste tu celular y le mandaste un mensaje al cacheton escribiéndole: “me mande una cagada grande”…
Flash back: Fin.


Luego de esa noche le siguieron muchas noches junto a Camila, no la amaba y ella tampoco solo nos divertíamos, es verano y hay que pasarla bien.

-¡Por fin llegaste!-exclamo cuando cerré la puerta del departamento que tenía en Rosario.

-¿Tanto me extrañaste?-le pregunte sonriente mientras dejaba las cosas sobre una mesa y me acercaba a ella peligrosamente…

-En tus sueños Juan Pedro solo que…-y sus manos ya se peleaban con mi camisa-Tenía una necesidad de disfrutarte.

Me termino de quitar la camisa y yo la toma de la cintura haciendo que sus piernas me rodeen, nuestras bocas no tardaron en encontrarse y de esa forma nos dejamos caer en la cama.

-A mi me paso lo mismo…-lo que siguió es mejor no contarlo, simplemente las cosas cambiaron y mucho.

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