sábado, 3 de septiembre de 2011

Fuiste mia un verano

Capitulo veintidós.


Luego de unas semanas a lluvias y frío, el sol volvió para alegrar los últimos días de febrero, cada vez falta menos para que las vacaciones acaben.

Los rayos ultravioletas se colaron entre las finas cortinas que colgaban por delante de mi ventana molestando sobre mis parpados, raramente sentí una dosis de buen humor al contrarios de muchas otras veces cuando la estrella solar era el culpable de que abra los ojos.

Eran las diez y media de la mañana, mis padres todavía seguían en el campo y mis hermanos haciendo la suya, así que decidí darme una ducha para terminar de despabilarme luego de hacer los típicos pasos de higienización, un micro short de jeans claro, una musculosa negra y una pupera roja un poco desgarrada fue la vestimenta que elegí, una trenza echa a la deriva como peinado y estaba lista, tome mi bolso y las llaves de casa para partir.

Iba tarareando una canción que sonaba en el reproductor de mp3, sentía una tranquilidad por dentro que no entendía si hasta ayer estaba echo un mar de depresión llorando, gritando y peleando, veinticuatro horas después tenía una sonrisa, no muy grande pero sonreía, pare en la panadería del barrio para comprar unas facturas y continué mi recorrido.

-¡Buenas!-exclame cuando Candela me abrió la puerta de su casa.

-¿Y vos por que tan feliz?-me pregunto haciéndose a un lado para que entrara.

Guarde los auriculares dentro del bolso que cayo sobre un sillón que había a un costado de la escalera que daba a las habitación y con la bolsa de facturas caminamos hacia la cocina, tomé un plato donde coloque el alimento para luego sentarme en la mesa mientras esperaba a mi amiga que trajera el mate.

-No lo se Can, me levante así y con ganas de desayunar con mi mejor amiga-Cande me sonrío desde al lado de la cocina y yo le tire un besito.

-Huy tortita negra…-era fanática de ellas-Bueno La ¿algo nuevo para contar?-ella se refería mas al tema de Benjamin.

Mis manos revoloteaban arriba de las facturas en busca de alguna con crema pastelera-Si, Peter va a ser papá…-eleve mis ojos cuando sentí la tos que le agarro a Candela al escucharme, se había ahogado con el primer mate.

-¿Me estas jodiendo que estas embarazada?-ella sabía todo lo que pase con él-¡¿Voy a ser tía?!

Y ahora la que se atraganto fui yo, la flaquita me pegaba unas palmaditas en mi espalda para que recuperara el aire, cuando volví a tener control de mi respiración ella volvió a su lugar.

-No tonta…-ambas suspiramos…-Camila le va a dar un hijo… ¡Candela para un poco!-le grite cuando esta vez me escupió pedazos de la factura que estaba comiendo.

-Pe…Pe…Perdón-e intentaba limpiarse el rostro-¿Cómo que Camila le va a dar un hijo?-hablábamos de la criatura como si fuera un bolso que se lleva y trae, eso me causo escalofríos-¿Y por que me lo decís tan tranquila?

Recibí el mate, tome un sorbo antes de responder-Lo pensé bien y yo no puedo reclamarle nada a él total no es mi novio…En cambio Benjamin si…-un deje de rencor apareció por mi vista-La cosa que ya lo hablamos y bueno habrá que aprender a convivir con esto durante nueve meses.

Cande hizo a un lado el mate y estiro su brazo para tomar mi manos como una forma de apoyo, su mirada mostraba preocupación tenía miedo de que vuelva a caer en la depresión que sufrí hace tres años cuando Pedro me abandono pero esta vez era diferente, si se iba yo ya tenía preparada una coraza o un plan alternativo que lo iba a poner en marcha de a poco.

-¿Te dio explicaciones concretas?

-Si, va me dijo que no sabe si el condón se rompió, si el día que quedó ella embarazada habían usado condón o si directamente Camila se olvido de tomar la pastillas-porque Peter a pesar de que la mina tomara las anticonceptivas, él usaba condón no confiaba del todo-Explicaciones que me dan asco repetirlas…-todo porque no soy yo la protagonista.

-Hay amiga, ¿necesitas llorar? ¿Gritar? ¿Algo?-como la amaba a Cande, era la mejor amiga que la vida me pudo poner en mi camino.

-Quédate tranqui escarbadientes…-una sonrisa fue la confirmación que ella necesitaba-Ya hablamos y le dije que puede contar conmigo, como él lo hizo cuando paso lo del estupido.

-¡Que madura que es mi mejor amiga santito!-reí mientras ella me abrazaba fuerte, cerré los ojos disfrutándolo, lo necesitaba-¿Almorzamos juntas?-me pregunto cuando nos separamos, asentí entusiasmad comenzaba una media mañana muy divertida.

-.♥.-


Lo mejor de levantarse es la primera ducha donde dejas que el agua recorra tranquila cada parte de tu cuerpo y tu mente de a poco iba reaccionando sin apuros, unos cuarenta minutos bastaron para que sintiera las pilas recargadas por completo.

Con una toalla anudada a mi cintura volví a mi habitación para colocarme la ropa que descansaba sobre una silla, unas bermudas desgastadas, una remera celeste en escote ve y las zapatillas de siempre.

-Perfecto Pedrito…-yo solo me halagaba frente al espejo, tome las llaves del auto, celular, billetera y me fui de casa para almorzar en otra.

Por suerte la autopista estaba tranquila, no había muchos autos y eso colaboro a que mi buen humor continuara presente. Unos veinte minutos mas dando vueltas por algunas calles y estacionaba frente a un edificio de veinte pisos, me coloque las gafas de sol mirando para ambos lados de la calle y me dirigí a tocar el portero.

-Soy yo…Peter-dije cuando desde el otro lado preguntaba quien era, espere a que sonara la chicharra para abrir la puerta, cuando entre tome el ascensor piso cinco era donde me esperaban.

-¡Peter como estas!-Camila me recibía mucho mas alegre que hace unos días, la idea de que iba a ser madre ya se la había idealizado y no le quedo otra que aceptarlo-Pasa, pasa que ya casi esta lista la comida.

Le sonreí mientras cerraba la puerta, ella se había metido dentro de la cocina seguro estaría terminando de preparar los platos no se porque no le gustaba llevar las cacerolas a la mesa.

-¿Cómo estas Pedro?-mis ojos verdes vieron a un par celestes, era Facundo el compañero de noches que ella tenía en Rosario.

-Todo bien Facundo, ¿vos?-nos llevábamos bastante bien pero no éramos los mejores amigos, eso estaba claro.

Nos sentamos en la sala a charlar un poco de la vida cotidiana, del estudio, trabajo, amigos, deporte, de lo que sea mientras degustábamos un vaso de vino y esperábamos que Cami nos avisara para sentarnos en la mesa, lo que sucedió quince minutos mas tarde.

-Mm, riquísimo la verdad-había preparado un pollo al puerro-Lo bueno que al bebe ya se que asco la comida no le va a dar…

-Peter…-dijo mientras todos reíamos, dejo su copa de agua a un lado de su plato-Bueno, ¿Qué dijeron tus padres?

Dejé los cubiertos sobre el plato y me limpie la comisura de los labios mientras terminaba de masticar la comida, es mala educación comer con la boca llena recuérdenlo.

-Al principio los tomo por sorpresa como a todos-ella asintió comprendiendo-Después lo aceptaron y se emocionaron-ahora sonreía con un brillo en los ojos-Me dijeron que cuando llegues a los cinco meses mas o menos que es cuando se empieza a notar la panza podes irte a vivir al pueblo, al lado de la iglesia hay una casita muy bonita que es justa para vos y vas a estar segura.

-No lo se…-Camila dudaba mucho porque no quería abandonar sus estudios y mas le dolía no poder estar con su familia porque ellos vivían en Uruguay.

Por primera vez en todo la conversación Facundo metió bocado, y uno que logro mover las fichas a favor de mi hijo.

-Cam pero no es obligatorio que dejes de estudiar, lo puedes hacer a distancia ¿o no?

-Claro…

-Además piensa en el bebe, va a ser bueno que este cerca de su familia y piensa en vos ¿mira si te pasa algo de madrugada y vos estas acá sola?-el miedo cruzo la mirada de ella-Yo si fuera vos, aceptaría esa oferta que te hacen los padres de Pedro…
-.♥.-


Tipo cinco de la tarde volvía a mi casa luego de pasar un día a solas con Candela donde chusmeamos, hablamos de la vida, nos hicimos pedicura y manicura, tratamientos. ¡En fin cosas de mujeres! Y que hace mucho que no hacíamos.

Venía caminando con la mirada fija en mis pies observando como uno se adelantaba y el otro le seguía el paso cuando me lleve puesto un cuerpo que no lo vi venir.

-¡Huy perdón!-levante la mirada avergonzada-Ah Pitt sos vos.

-Si soy yo…-esa sonrisa compradora que hacía siempre provocaba lo mismo, que me derritiera-¿De donde venís?

-Sos metiche eh-ambos reímos-De la casa de Cande, necesitaba de mi amiga ¿vos?-le pregunte al notar que acaba de bajar del auto.

Note que se había puesto incomodo porque se rascaba la nuca luchando sobre si contestarme o no.

-Podes decírmelo tranquilo…-le dije con una sonrisa calma.

-De la casa de Camila, teníamos que hablar temas sobre el bebe…-asentí y desvía la mirada, que me haga la superada frente a todos no significa que un poco me duela escucharlo.

Un silenció un tanto incomodo nos invadió, hacia mucho que no me pasaba eso con él y no sabía que hacer, Peter miraba hacia otro lado evitando mi mirada y yo me balanceaba pensando que tema sacar.

-Bueno, mejor entro que mis padres se deben estar preguntando donde estoy…-me dijo luego de un ratito.

-Claro, yo...Yo también me voy para mi casa…-pase a su lado rozándonos despacio.

Sabía que me estaba observando porque sentía su mirada sobre mi y eso me gustaba porque significaba que nada cambiaba, que el te amo que escribió en aquella notita era de verdad y no para que simplemente le diera la oportunidad de explicarse.

Estaba parada en mitad de jardín cuando de reojo vi que Peter también estaba caminando hacia la puerta de su casa, yo dije que tenía un plan alternativo que capas y algún día lo ponía en marcha pero creo que lo empiezo hacer ahora.

-¡Chiquilín!-le grite cuando me acerque a la cerca que divide ambas casas-Bórrate esa sonrisita compradora ¿queres?

-¿Perdón? No eres nadie para decirme como tengo que sonreír cuando utilizaban una palabra muy delicada hacia mi…-él ya estaba frente a mi desde el otro lado-¿Necesitabas algo?

-Ah si…-agache la mirada porque ahora me daba vergüenza-¿Quería saber si no queres ir a cenar esta noche?

-¿En serio me lo preguntas?-yo asentí, Peter sonreía porque mis mejillas se habían puesto coloradas-Con mucho gusto ceno con usted esta noche señorita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario