Capitulo veinte.
-¡Hello beautiful people!
Todos los que estábamos sentados en la mesa (Nico, Pablo y yo) giramos al escuchar a Candela saludar a los gritos pelados, unas carcajadas largamos cuando Agustín apareció por detrás tapándole la boca y caminando de esa manera hacia nosotros.
-Perdonen chicos, no tomo la pastillita-Agus la amaba pero a veces que a ella le encante ser el centro de atención no le gustaba.
Mis ojos verdes de golpe se olvidaron de la pareja que peleaba divirtiendo a mis otros dos amigos, cuando lentamente ingresaba una chica que movía todas mis estanterías, Mariana todavía seguía afectada por lo que sucedió con el cara de nada y yo sufría con ella porque desde ese instante nuestra relación volvió a lo que fue en un principio, solamente cariño de hermanos.
-¿Estas bien?-le consulte en un susurro cuando se acerco a la mesa.
-Estoy bien Pipu-la sonrisa que me regaló me derritió por completo-¿Qué hacían?
¡Claro! Es que con los chicos nos pasamos la tarde en la cantina ya que todavía seguía lloviendo y haciendo un poco de frío, los planes de playa, club o camping fueron totalmente eliminados.
-Nada peti, jugamos un rato al pool, al mete-gol-contaba Pablo-Y ahora estamos aburridos…
-¡Pero para que estamos nosotros!-grito Agustín-Cariño ponte en medio de la canti y hace unas piruetas ¿dale?
-¡Agustín!-y hizo tanta presión con el nombre al dar ese grito agudo que nuestras risas la hicieron mas histérica.
Al llegar ellos la tarde se nos hizo mas amena, al cabo de un rato terminamos haciendo un campeonato de mete-gol donde Agustín siempre terminaba rojo tomate porque perdía algún que otro partido o nos teníamos que tapar las orejas porque los gritos que pegaban las chicas eran por demás de agudo, nota: aconsejarle a Mariana que no se junte tanto con Candela.
-¿Jugas Pedrito?-me pregunto Cande, era mi turno y me tocaba competir con ella…-¿O me tenes miedo?
-Ya quieras flaca…Ya quisieras…-estaba caminando los cinco pasos que separan la mesa del juego cuando la ultima persona a quien quisiera ver ingreso a la cantina y lo peor venía hacia nuestra dirección.
Como instinto propio camine hasta Mariana que no se había percato de nada y seguía disfrutando de los chistes malos que contaba Pablo, me coloque detrás de ella esperando que Benjamin hiciera presencia, no iba a permitir que se le acerque ni nada, suficiente fue verla llorar por unos días…
-.♥.-
-Mariana…-mi cuerpo se puso rígido al escucharlo…-¿Podemos hablar?-yo no le dirigía la mirada, seguía prendida a los ojos verdes de Pablo quien miraba atento a la situación.
Note de reojo que quiso dar dos pasos pero se detuvo cuando Pablo y Agustín se pararon como si fueran mis guardaespaldas y Peter colocaba sus manos en mis hombros dándome una pequeña presión.
-¿Qué queres acá?-ese era el rubio, sabía que se mantenía de brazos cruzados para no irse de encima…
-Hablar con ella…-y hablaba con tanta tranquilidad que me daba repugnancia.
Candela apareció en escena cuando lo empujo sin aparentar su desagrado y se paro a la altura de los chicos, causaba gracia porque era baja y flaquita como un escarbadientes pero si tenía que tirarse encima de Benjamin para que no me molestara lo haría.
-Esta bien chicos…-hable por primera vez, sentí la mirada de todos sobre mí y las manos de Pedro liberando mis hombros…-Dejen que hable conmigo…
-Pero Lali…-quiso hablar Cande pero la interrumpí con mi mano haciendo un gesto negativo…-No te dejes engatusar…-me dijo al oído cuando pase por su lado.
Le sonreía a medias para voltear hacia Benjamin que miraba victorioso a mis amigos, pase por su lado y le pedí que me acompañara afuera, no iba a realizar algún escándalo dentro del bar. Estábamos en la puerta cuando la voz de Peter hizo que me detuviera…
-Llego a ver que derrama una lagrima y sos hombre muerto Amadeo…-mis ojos fueron los únicos testigos de la risa socarrona de Benjamin…-Lo digo enserio…
Benjamin iba a hablar pero preferí que no lo hiciera así que abrí la puerta para empujarlo hacia fuera, nos sentamos sobre un tronco viejo que había al lado de un árbol y daba justo a la ventana de la cantina desde donde sabía que los demás me observaban.
Cuando nos sentamos le pedí que hablara, no tenía deseos de estar a su lado y regreso a darme el mismo discurso que el día que me contó la verdad, y como aquel día sentía que me despellejaban piel por piel, Benjamin quería que lo mirara a los ojos para que viera que estaba arrepentido, que me quería de verdad pero no podía hacerlo.
Insistía con que le diera otra oportunidad pero yo siempre me negaba y le recordaba que me defraudo por completo, que justo cuando lo estaba empezando a querer de verdad, que estaba disfrutando el estar con él y que casi me entrego por completo, él mismo se encarga de tirar todo por la borda lastimándome mucho peor que cualquier persona, no lo amaría pero que me humillen es un dolor que nadie quiere sufrir.
Luego de un rato me quise ir, volver con mis amigos necesitaba los abrazos de Candela y las palabras dulces de los chicos pero no me dejaba, me tomo del brazo y me obligo a quedarme, de un momento a otro nos encontrábamos forcejeando y en ese instante conocí a un Benjamin totalmente distinto.
-¡Soltala Benjamin!-pude reconocer la voz histérica de Candela que estaba en la puerta del bar.
Lo que siguió fue todo muy rápido, recuerdo que yo lloraba pidiéndole que me soltara porque me estaba lastimando, Benjamin con una mirada distorsionada me repetía que debía darle otra oportunidad porque me amaba de verdad, Candela pidiendo ayuda y de la nada apareció Peter corriendo como si se le fuera la vida en lo que sucedía.
-¡Te dijeron que la soltaras!-luego no recuerdo mas nada, solo que Benjamin finalmente me soltó pero yo de lo nerviosa que estaba trastabille con algo y caí sobre algo duro después siguieron unos gritos que supuse que serían de Candela y las voces de Pablo y Agustín pidiéndole a Peter que se tranquilizara, minutos después no recuerdo mas nada.
-.♥.-
Flash Back: Comienzo
-¿De que tenemos que hablar?
-De nosotros…
Tu entrecejo se frunció porque no tenías la menor idea de que necesitaba hablar ya que hasta hace un rato atrás pensabas que estaba todo perfecto entre ustedes, si bien vos intentabas esquivarlo lo hacías disimuladamente ¿o se había dado cuenta? ¡Peor! ¿Se habría enterado que tuviste algo fugaz con Peter?
-¡Ey Lali!-te gritaba mientras chasqueaba los dedos llamándote.
-Perdón me distraje…-sacudiste tu cabeza para apartar cualquier pensamiento-¿Qué pasa con nosotros?
No te miraba a los ojos, jugaba constantemente con sus manos y se mordía el labio, entendiste que lo que quería decirte no era algo sencillo ni lindo, así que te acomodaste mejor y tiernamente tomaste su mentón e intentaste regalarle la mirada mas comprensiva posible.
-Lo que tengas que decirme, decilo no tengas miedo…
Benjamin asintió, viste como sus manos hacían presión sobre su cien e intentaba juntar valor inspirando e expirando hasta que por fin se animo, lo sabías porque su mirada se había vuelto neutra.
-Voy a ser papá-tus cejas formaron un arco de noventa grados-Y no te estoy haciendo ningún chiste…-moviste tu cabeza como queriendo comprender bien e hiciste un gesto con tu mano para que se expresara mejor.
-¡Hay dios mio! No es fácil…
-No andes con rodeos y va a ser fácil-tu voz ya no tenía nada de dulce como en algún principio.
-Te engañe Lali, te engañe con una chica de la facultad-tus ojos se desorbitaron por completo-Llevamos una relación de dos años…-en un susurro repetiste la cantidad de años que Benjamin llevaba una relación-Vos me decías todo el tiempo que no y yo…Yo quise hacer la mía hasta que…Hasta que me dijiste que si querías estar conmigo…-cerró los ojos unos instantes, vos seguías con la mirada de exorbitada-No sabía que hacer, intente dejarla muchas veces pero nunca podía…-por primera vez lo miraste irónicamente-¡Te juro que la quería dejar, quería estar cien por ciento con vos!...-se callo unos minutos tomando un poco de aire.
-Cuando me decidí Pedro siempre aparecía, no física pero si mentalmente y yo no creí que podía ganarle pero me equivoque…-su voz temblaba un poco como vos lo hacías por dentro-Porque vos empezaste a mostrar un cambio y ahí la confianza volvió pero ella me salto con esto…-vos no le hablabas, no podías emitir palabra alguna-Esta de cinco meses y…-tubo el descaro de contarte cuanto llevaba gestándose su hijo sin que vos se lo preguntaras…-A pesar de eso yo quiero seguir con vos, yo me voy hacer cargo del bebe pero no quiero separarme de vos.
Lo que acabas de escuchar jamás te lo hubieras esperado, en segundos te habías echo la idea de que se entero que te besaste con Peter y hasta que pasaste a otro nivel con él haciéndolo “cornudo” pero te equivocaste notablemente.
Tus manos temblaban, tus ojos pestañaban evitando cualquier lágrima y Benjamin te miraba esperando alguna reacción, sabía que estaba nervioso porque se mordía constantemente sus labios y fruncía su naricita todo el tiempo.
-¿No me vas a decir nada?
-¿Qué esperas que te diga?-tu rostro era una piedra tota-No se que decirte…
-¡Algo Mariana! Necesito que me demuestres que te afecto esto o si fueron puras imaginaciones mías que te pudo doler.
-¿Eres retardado Benjamin?-con respeto a las personas que sufren de eso, el rubio negó-¡Entonces no hagas preguntas sin sentido, claro que me dolió! ¡Soy una persona que tiene sentimiento!-quería que le dijeras algo, bueno que se aguante tus gritos agudos…-¡Y lamentablemente algo te quería y mucho!
Te levantaste del sofá, necesitabas caminar, descargar el odio por él de alguna manera…
-No puedo creer que me pidas que siga con vos…-lo miraste asesinamente-¡Hace dos años que estas de novio con otra! ¡Si no fuera por el bebe seguiría siendo la cornuda de Arroyo Seco! ¿Así y todo queres que sigamos juntos? ¡Estas equivocado!
Minutos después la puerta de tu casa se cerraba dejándote nuevamente sola en aquel día de lluvia, te deslizaste por la puerta hasta caer al suelo dejando por fin a las lágrimas hacer su trabajo salir y salir sin parar, te habían vuelto a lastimar.
Flash Back: Fin.
-.♥.-
-.♥.-
Le había advertido a Benjamin que si le hacia derramar una lagrima mas a Lali se las iba a ver conmigo, por eso no dude de dejar a un lado el juego y sentarme en la mesa dedicándome a observarlos, tanto Candela como Agustín y Pablo imitaron la misma acción, ninguno hablaba y ninguno desviaba la mirada de la ventana.
Sabíamos que Amadeo insistía con que lo perdonara, que le diera otra oportunidad pero Mariana había quedado muy lastimada, había sido humillada por suerte en el pueblo todavía no se habían enterado pero no tardaría llegar el rumor y eso a la petiza la devastaría por completo, ahí es cuando nos necesitaría a todos dándole cariño de verdad.
Quise pararme y detener la conversación de una vez cuando mis ojos vieron a Mariana secarse una lágrima pero la mano de Agustín me detuvo, lo mire pero su mirada me apaciguo y me prometió que apenas veamos que vuelve a llorar corremos como los tres como vaca en celo.
Bufando me senté de nuevo pero esta vez la que se levanto y nadie la detuvo fue Candela, Lali se había querido ir pero Benjamin no se lo permitió y las ganas de romperle la cara crecían al ver como la sostenía del brazo, lo que siguió no lo puedo explicar bien.
Se que unas cuantas sillas que se interponían en mi camino terminaron en el suelo, los pasos de mis amigos los sentías detrás mío pero sabía que no me iban a detener, mis manos empujaron a Cande sin importar que la tirara el suelo y luego mis puños fueron estrellados en el rostro de él, quien acaba de soltarla luego de forcejear con ella un largo rato.
Una hora después estaba en la habitación de ella, recostado en su sofá intentando descansar la cabeza luego del susto de ver a Lali inconciente debido al golpe que se pegó con el tronco, mis sentidos se habían paralizados y no me acordaba como caminar ni como hablar, gracias a dios Pablo la tomo en sus brazos llevándola al in dispensario detrás de él me llevaba a los tirones Agustín porque mi cara había recibido algún que otro golpe pero no me importaba, Lali tenía que estar bien no yo.
Estaba a punto de lograr poner la mente en blanco, disfrutar de un poco de tranquilidad hasta que a Mariana se le pasara el efecto del sedante pero el sonido de mi celular rompió todo esquema, “Camila llamando” aparecía en la pantalla.
-Perdón, perdón, perdón…-repetía mientras me refregaba la frente…-Se me pasó por completo, ¿Qué te dijo el médico? ¿El bebe esta bien?...-me pare dándole la espalda a Mariana…-Que bueno ¿y de cuanto estas?...-mis ojos se abrieron al escuchar que solo llevaban dos semanas de gestación…-Bueno, yo me voy a encargar que nuestro hijo reciba los mejores cuidados médicos.
-¡¿Qué?!-voltea tan rápido que casi me caigo, Lali me miraba con sus ojos marrones abiertos por completos, mi mirada viajo hacia el móvil que descansaba sobre mi mano, podía escuchar la voz de Camila gritar por mi y volvía a mirarla a ella que estaba en su cama mirándome asustada, sorprendida. Se había enterado y no de la forma que yo hubiera querido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario