miércoles, 2 de marzo de 2011

Luchando por amor (Capitulo seis)

Capitulo seis: A media luz

Ambos se miraron a los ojos buscándose decir todo lo que se amaban de una vez, las palabras ya no eran necesarias, las caricias solamente un complemento mas, lo único que importaba en ese momento eran ellos dos demostrándose lo que sentían uno al otro sin importar nada ni nadie.

Adam lentamente se fue separando de ella para bajarse de la cama y dirigirse hacia las grandes ventanas que dejaban que los rayos del sol iluminaran la habitación.

Bajo la atenta mirada de Emily tomo las largas cortinas para estirarlas y lograr una luz tenue, la cual daba un estilo íntimo a la media luz del día.

Lentamente giro sobre su mismo eje para ver a la mujer que se encontraba recostada en su cama sobre aquellas sabanas blancas que hacían un contraste muy sensual, con su pelo negro como la noche esparcido por todas las almohadas, una de sus piernas elevadas dejando a la vista ese muslo tan bien cuidado y que le provocaba un enorme deseo de llevar su mano hasta ahí y acariciarlo sin cesar.

-Es una lastima que te quieras cortar el largo de tu cabello…

Le dijo mientras se acercaba a la orilla de la cama y extendía su mano hasta cerrarla alrededor de aquel fino tobillo y comenzó a acariciarlo sensualmente.

-Y yo voy a extrañar aquellos rebeldes bucles-dijo entre un susurro mientras se dejaba llenar por las caricias de él-Voy a extrañar enredar mis dedos entre ellos y…

No pudo seguir hablando ya que la boca de Adam se había posesionado sobre la de ella, devorándola tiernamente, sus labios se entrelazaban en una danza sin fin, sin un momento de partida ni un momento de llegada.

Emily dejo entre abierto sus labios al sentir la ausencia de la boca de su amado, lentamente abrió los ojos pero al instante los volvió a cerrar al sentir el aliento de Adam sobre su barbilla donde depositaba pequeños besitos…

-Sos hermosa…-beso tiernamente el hueco que había debajo de su oreja-Preciosa, única…-le dijo antes de tomar entre sus manos su lóbulo-Y me vuelves loco…-termino diciendo mientras le daba luz verde a su lengua para que se divirtiera aquel pequeño pedacito de ella.

-Cariño…

Gimió mientras se curvaba hacía él dejándole paso libre a todo su cuerpo…

Adam se tomo su tiempo con el lóbulo de su oreja, y lentamente torturándola con pequeñas mordidas volvió por donde llego, dando pequeños besos al contorno de su cara hasta bajar aquel cuello tan perfecto que tenía.

-Adam por…

-Sh…

Siseó Adam a la vez que empezaba a darles besos mas apasionados aquel lugar, dejo que su lengua lo recorriera como un camino sin final por todos los rincones.

Sin perder más tiempo, comenzó a utilizar sus manos que en aquel momento estaban inútilmente a un costado de ella.

Mientras Ely sentía las caricias de las expertas manos de su novio sobre sus senos, ella estilo las suyas hasta la espalda de él, la cual acaricio intensamente y sin cansarse de arriba abajo sintiendo sobre sus delgados dedos el calor que desprendía la piel de aquel hombre que en aquel momento la estaba haciéndose sentir mucho mas que una mujer hermosa.

-¡OH, Dios mío!

Gimió desesperada al sentir la lengua de su chico jugar sin cesar con el aro que tenía en su ombligo, ese hombre la quería torturar y lo estaba logrando excelentemente, la estaba torturando como si hubiera hecho algo malo, muy malo.

Estiro su mano para tirarle del cabello y apartarlo de una vez para que acabe con esa tortura pero la mano de él se lo impidió.

-Espera cariño…-elevo su mirada para encontrarse con la mirada de una Emily Michelle llena de pasión, llena de excitación en cada rincón de su rostro-Ya termino y soy todo tuyo.

Le prometió en un susurro para luego volver a bajar su mirada hacia la parte que aún le faltaba mimar.

Lentamente comenzó a depositar pequeños besitos alrededor del centro, primero por fuera y luego por dentro, hasta que dejo que un pequeño golpecito de su aliento pegue en aquel centro que tanto deseaba y que estaba cubierto por un pequeño bello rizado…

Haciéndola llegar al límite del placer deposito toda la cantidad de besos que creía que eran necesarios…

"Ya Emily, termina con esta tortura y toma las riendas tú…"

Pensó para así misma, sacando fuerzas de donde no tenía para empujar a Adam hacia el otro lado de la cama y así ella poder colocarse encima de él y comenzar con la misma tortura...

"Esta mujer debería estar presa…" se decía dentro de su mente Adam, al sentir como las manos de su amante lo tocaban sin miedo y con una experiencia única.

"Pensar que yo le enseñe todo esto…" volvió a decirse a sí mismo al sentir los apasionados besos que dejaba en cada parte y al sentir como hacia presión en algunas partes que eran una verdadera tortura.

Poco a poco el sol empezó a caer sobre la ciudad de Michigan, la gente que se encontraba afuera estaba terminando su día, muchos volvían de su trabajo a una casa desolada sin nadie con quien hablar, otros volvían agotados a su casa para encontrarse con personas que lo llenarían de cariños y mimos, personas que aquel momento estarían recibiendo noticias que los llenarían de dichas y otras estarían recibiendo noticias tan dolorosas que desearían jamás enterarse.

Una tenue luz roja mezclada con naranja cubrió a la ciudad dándoles ese momento íntimo a las personas.

Pero en aquel departamento, a esa tenue luz que el atardecer del día les brindaba había dos personas amándose lentamente, sin detenerse a pensar en la hora ni el momento que era, sin tener en cuenta sus trabajos ni familias, solo ellos dos.

Adam separaba levemente las piernas de Emily para posesionarse entre ella y mirándola a los ojos e uniendo sus manos con las de ella, empezó a penetrarla…

Primero lentamente sin apuros, luego con más pasión deseando que ese momento estallara en mil fuegos artificiales y por otras todo movimiento volvía hacer calmo, recordándose que no había nada que los apurara, que se tenían para ellos ahora y en ese momento.

-Te amo…

Le dijo en un pequeño susurro Emily a la vez que le apretaba con fuerzas las manos y sin quitarle la mirada…

-Te amo…

Era la respuesta que Adam le dio y la que ella esperaba para así por fin dejarse perder en el clímax junto a él.

Y así, en el atardecer de un día lleno de emociones, en aquella media luz que la naturaleza la brindo, dos personas, dos seres especiales se amaron sin cesar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario