Capitulo doce: La cena
El susodicho salía lentamente de su habitación, intentando mantener la poca calma que le quedaba…
-¡Adam Alex….
-¡Qué sucede mamá!
La interrumpió un tanto nervioso él, Alexandra abrió los ojos desmesuradamente ante la sorpresa de tener a su hijo frente a ella.
-¡Hay Adam Alexis me asustaste!-exclamo ella mientras se acomodaba tontamente un cabello suelto de su desdeñoso moño que se había realizado, a la vez que Adam se pasaba desesperadamente las manos por la cara, recordándose que todo el caos de ese día se debía a una sola cosa-Bueno, pero ya estas aquí…
-Si mamita querida, ¿Cuál es el motivo por el cual estábamos a los cuatro vientos gritando mi nombre por todo el departamento?
Su madre lo vio a través de aquellas largas pestaña que la caracterizaban y poniendo sus brazos en jarras, le respondió…
-Niño mira que estoy haciendo todo lo posible para que este día tu no te preocupes, ni hagas lo mas mínimo posible ¿OK?-su hijo asintió-Bueno, lo que yo te quería avisar es que la comida esta por llegar, la mesa ya esta lista, el salón esta ordenado como el resto del departamento, y que ya puedes irte a duchar o hacer lo que desees, mientras yo-continuo hablando mientras se planchaba con su mano su camiseta-Iré hacía la casa para ducharme y arreglarme…
-Entendí todo ma…-Adam se acerco a ella-Gracias por cada cosa que hiciste-le dijo dándole un beso en la frente y abrazándola fuertemente-Perdón por gritarte, es que ya estaba de los nervios con tanto preparativo…
-Por eso, decidí hacerlo todo yo…-le dijo cariñosamente mientras le acariciaba el brazo…
-¡Bueno ya! Me voy porque si no, no llego…
Las horas pasaban, y el sol comenzaba a caer sobre la iluminada ciudad de Los Ángeles.
Para las ocho de la tarde, él se encontraba frente al espejo de cuerpo completo que su querida compañera de cama le obligo a poner en una de las puertas del placard, sonriendo como un tonto al recordarla, se reviso una vez más…
"Unos pantalones negros de vestir, una camisa blanca con los primeros botones desabrochados dándole tu toque informal, el saco negro de esa tela rarísima y las zapatillas de tonos del pantalón y de la camisa, tienes el atuendo perfecto para esta noche…"
Le había dicho Emily hace unas seis horas atrás, cuando todavía se encontraba recostado en su cama intentando calmar las ansias de verla…
"Y aquel vestido blanco que te llega hasta un poco arriba de tus rodillas, con tus sandalias de tacón negras, aquellas que compramos cuando estuvimos en España el año pasado, con el chal negro de encaje que te regale para navidad y tu pelo ondulado y medio atado, estarás perfecta…."
Recordaba ella mientras se veía por última vez en el espejo del salón que había en la casa que su hermana Rachel había alquilado para cuando viajaran hacia allí.
-¿Hermanita estas lista?
Le pregunto mientras se retocaba sus labios con un pequeño labial de un rosa brilloso…
-Así es, pequeñita…-le respondió su hermana cuando apareció por detrás de ella-Cuando desees partimos…
Ely giro para verla y con una enorme sonrisa le grito…
-¡Vámonos ya!
Pasados diez minutos…
-Te dije que te fijaras si tenías el regalo encima, pero como siempre testaruda tú…
Emily solamente la fulmino con la mirada y volteo hacia al chofer que Alice le había contratado para que se pudiera manejar tranquilamente cuando no estaba con su novio, ya que era muy conocida por su falta de orientación en las ciudades que no eran Nueva York…
-Podemos partir…-el chofer solamente asintió y arranco el auto, dirigiéndolas por las calles llenas de luces que iluminaban a una de las ciudades mas esplendidas del mundo.
Eran las nueve menos cuarto de la noche y no había llegado, ¿le habría pasado algo?, ¿se le habría roto alguna parte de su atuendo y se había rehusado presentarse en su cena?, o ¡¿Qué demonios le pasaba que no aparecía por aquella puerta blanca?!
-Adam, querido felicidades…
Lo felicito una tía de unos cuarenta años, arreglada delicadamente demostrando que no importara la cantidad de años, la belleza podía mostrarse igual.
-¡Hijo feliz cumpleaños!
Exclamaron sus padres al verlo, él solamente sonrío y los abrazo calidamente, intercambiaron unas cuantas palabras y luego de disculparse con ellos, se acerco a sus hermanos que se encontraban con un grupo de amos.
-¡Viejo ya tienes veintitrés! ¡Ya eres todo un hombre!-exclamo entre risas Finn
-¡Caray, tu solo cállate, que en unos meses cumples veintiséis y no precisamente de horas de nacimiento!
-Auch
Dijeron el resto de hombres entre risas, Finn era su brother, su mejor amigo, aquel que conocía desde pequeño, a pesar de que se llevaban tres años de diferencia, eran como uña y carne, siempre juntos en todas las travesuras, en todas las fiestas, Finn era aquel amigo que siempre iba a estar sin importarle donde, cuando y como, al igual que Adam era con él.
-¡Cuñado!-exclamo entre risas una mujer de unos treinta y un años, de cabello morocho que en aquel momento se encontraba recogido en un moño muy elegante…
-¡Cuñada!-exclamo de igual forma Adam mientras le abría los brazos para apretarla en un amistoso abrazo.
-¡Felicidades!-se separo rápidamente de él y le extendió una bolsa negra-Tu regalo querido…
-Mm.....-ronroneo tontamente él-¡Regalo!-luego exclamo como un nene pequeño…
Luego de ver el regalo se dirigió con Rachel hacia la mesa donde se colocaban todos los presentes y aprovecho para preguntarle por Emily, la cual todavía no había aparecido…
-Rachel, ¿tu hermana vino contigo?
Rachel sonrío perversamente, pero no logro cumplir lo que se propia porque otra voz la interrumpió…
-Claro que vino, y aquí esta…
Declaro Emily mientras empezaba acercarse hacía ellos. Una vez que estuvo frente a Rachel y Adam…
-Si puedes querida hermanita retírate…
Su hermana río, se acerco a ambos para darle un beso en la mejilla y darle otra felicitaciones a su cuñado y corrió para perderse entre la familia del mismo.
-Así que llegaste…-le dijo Adam, haciendo una cara seria…
-Para decir la verdad, llegaste y muy tarde, me pase casi toda las dos primeras horas recibiendo a mi familia e amigos solo, sin mi novia que me acompañara…
Le espeto haciéndose el ofendido, sin verla a la cara se alejo del lugar hasta salir al balcón...
-¿Adam, enserio quieres pelear esta noche?
Le pregunto Emily incrédula, una vez que se sitúo a su lado…
Se paso una mano nerviosamente por la fina tela del vestido y mirando con miedo al perfil de su cara, que demostraba tensión, dolor y confusión, entre cosas.
-Mira, llegamos tarde porque primero se me olvido tu regalo y segundo, había demasiado tráfico en las avenidas, sabes bien que aquella hora es la hora pico…
Adam sin poder aguantarlo estallo en risas, dejando a Ely totalmente confundida, sin entender el cambio de humor que su querido novio estaba teniendo…
-¿Cariño estas bien?
Él solo asintió y giro logrando que ella quedara atrapada entre él y la baranda fría…
-Estoy más que bien…-lentamente acerco su rostro al de ella y en un susurro le dijo-Ahora que estas aquí…
Y sin dejar que Adam respondiera, o ella dijera algo, tomo del rostro a su amado y atrapo aquellos labios en un fogoso beso…
Estaban tan concentrados besándose, sintiéndose entre aquella danza sin frenesí que tenían sus lenguas, que no sintieron cuando Rachel y Amaral, una amiga muy cercana de los tres, se presentaron en la puerta del balcón.
-Mejor vallan a la habitación…
-Si, yo opino igual…
Dijeron ambas muchachas entre risas, al ver como la parejita enamorada se separaban y se poniendo mas colorados que un tomate…
-¿Qué necesitan?
Pregunto Emily intentando encontrar nuevamente la calma…
Rachel asintió y con una sonrisa divertida les informa…
-Ya esta servida la cena…
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