Capitulo catorce: No te quiero olvidar
-Alice todo bien, ¿tu como estas?
-Perfecto, ¿vienes a buscar a Emily? Mira que ella no esta…
Adam guardo ambas manos dentro de los bolsillos de su pantalón y suspirando un poco le respondió a Alice.
-No, la verdad vengo a hablar contigo ¿puede ser?
-Claro, ven vamos al despacho…
En tres minutos, Adam se encontraba sentado en un sofá de cuero negro que había en el centro del despacho, mientras que la mujer se encontraba detrás de una barra preparándose un trago…
-¿Quieres uno?
Le ofreció pero Adam se negó, ella dejo las cosas en su lugar y tomando el vaso se sentó en un sillón individual enfrente del muchacho.
-Y bien tú dirás para que soy buena
-Es sobre Emily y el trabajo…-Alice asintió con un movimiento indicándole que prosiguiera- Quería pedirte, va exigirte que de ahora en mas no la tengas viajando de un lado a otro, que no la pongas en compromisos que sean de mucho estrés…
Alice tomo un sorbo de su trago y luego dejo el vaso sobre la pequeña mesa que completa el juego de un pequeño living, se recostó en el sillón y con una mirada inquisidora, secamente le respondió…
-No puedes venir a pedirme eso, ella esta en el mejor momento de su carrera como modela y necesita aprovechar desfile que se la invite.
-Si lo se…-lo interrumpió Adam-Pero ahora ya no podes pensar solamente en ella sino también en…
-Perdón, señorita Alice, la señorita Emily ya llego…
Adam se paro inmediatamente y contrayendo su rostro se coloco a un lado de Alice que tenía una sonrisa victoriosa en su rostro…
-Hágala pasar, ¿Qué espera Rita?
La secretaria solamente asintió y tres minutos después ingreso por aquella puerta una nueva Emily, con su cabello apenas ondulado de color chocolate claro.
"Si vamos hacer una nueva historia juntos, es mejor empezar distinta ¿no lo crees?"
Le había dicho la tarde que se había presentando en su casa con el nuevo look, y el lo había amado como la amaba a ella.
-Ali a que no sa…
Se interrumpió ella misma al ver que en el despacho no solamente estaba su amiga y a la
misma vez representante, sino que también…
-¿Adam? ¿Qué haces aquí?
Adam trago a duras penas, el miedo que le inundaba era demasiado pero a la vez esperaba que ella entendiera la razón por la cual él había tomado esa decisión y a escondidas de ella.
Bueno, está bien no lo iba a entender y no lo iba a querer entender, se le venía una grosa por resolver.
-Vino a hablar conmigo querida...
Ely miro incrédula a la persona que todas las noches compartía su cama y cruzándose de
brazos espero una respuesta.
-¿Bien a que viniste a hablar con ella, Adamslie?
-Eh, eh yo vine a, a…
-A pedirme que te dejara de llevar a desfile, eventos y esas cosas, obviamente yo me negué…
Adam le dirigió una mirada envenenada a la mujer que estaba parada a su lado e inmediatamente cruzo la distancia que lo separaba de su novia.
Al pararse frente a ella, vio la mirada sorprendida que llevaba y el miedo se incremento mas…
-Ely te lo puedo explicar…
-Oh claro que me lo vas a explicar-le dijo sarcásticamente-En la casa, así que nos vamos ya…
El camino a la casa de ellos dos fue por separado ya que cada uno había ido en su coche, en menos de quince minutos Emily lo estaba esperando en la sala.
Caminaba de una punta a la otra desesperada, sin ponerse a recordar que el médico le había pedido que no se alterara ni estresara por el bien del bebe.
-Sos una idiota Emily, tanto Alice como Brian te advirtieron esto…-se paso las manos desesperadamente por su pelo- Te advirtieron que una vez que Adam se asegurara que estas embarazada y aceptaras casarte con él te iba a arrebatar todos tus sueños, te iba a dejar en su casa para que seas la típica ama de casa que cuida de los niños y le lava, plancha, cocina y lo satisface en la cama al marido, mientras él cuando pueda te reprocha que te mantiene…
Se dejo caer desesperada en uno de los sillones e inspiro fuertemente unas tres veces intentando calmarse, pero nada lo lograba…
-Como pudiste creer que Adam no iba hacer así, que sea lindo, amoroso y toda la cosa no significa que lleva la sangre del típico macho americano….¡Ah! ¡Lo odio!
-¿Ely?
La llamo desde la puerta temeroso de encontrarse con algo que no esperaba.
Pasaron cinco minutos y nadie le respondió, nervioso dejo las llaves junto con su celular en la mesa del comedor y comenzó desesperadamente a recorrer el lugar…
-¿Emily, donde estas?
Reviso la cocina vacía, el baño vacío, la habitación de invitados también vacía, la habitación que sería del bebe sin ningún indicio de que hubiera estado ahí, el balcón y el despacho vacíos.
Solo le faltaba su propia habitación, lentamente tomo el pomo de la puerta y empezó a girarlo a la vez que le pedía a Dios que se encontrara adentro de aquella habitación, porque sino no sabría que haría.
-¡¿Qué haces?!
Le pregunto exaltado al ver como iba y venía con su ropa…
-Lo que ves, te vas de la casa…
-¿Pero por que?
Inmediatamente Emily se paro en medio de la habitación y dejando caer la ropa que tenía entre sus manos al suelo, giro hacia él llena de odio y dolor…
-Tienes el descaro de preguntarme porque quiero que te vallas de la casa…-y al segundo largo una risa totalmente histérica…-Adam fuiste a hablar con Alice a mis espaldas para pedirle que no me dejara trabajar, ¿eso no es motivo para enfadarme?
Él se acerco a la cama para evitar que siga guardando ropa dentro de una sus valijas, e intentando ser totalmente sereno le confeso el porque había hecho eso.
-Ely déjame explicarte por favor…No es lo que crees…
-¿No? Entonces explícamelo…
-Siéntate por favor…
Ella lo miro recelosa pero suspirando se sentó en la otra punta de la cama, a lo cual Adam no replico ni nada, tomo un poco de aire y comenzó a decirle la verdad.
-Fui a decirle a Alice que no te llevara a eventos y desfiles que no estén en Nueva York por un solo motivo. el bebe, no quiero que le pase nada a él y obviamente a ti tampoco deseo que te pase nada. Ya escuchaste lo que dijo el médico el día que fuimos a la consulta, no puedes estresarte ni nada…
-Pero no tienes derecho a hacer eso, yo se cuando tengo que parar con el trabajo, yo se cuando estoy pasada de estrés o cuando no, tu no tienes derecho a controlarme…
En ese instante Adam la miro totalmente desconcertado, no tenía derecho a cuidarla, así que había salido una de las tantas verdades ocultas al aire…
-¿Cómo que no tengo derecho a cuidarte? ¿Ni a controlarte? Te recuerdo que en unos meses vamos hacer marido y mujer, y en eso concierne que tengo todo el derecho de cuidarte y de saber donde vas a trabajar, con quien y como…-tomo un poco de aire para controlarse-Pero se ve que tú no piensas igual…
-No digas tonterías por dios, porque a ti tampoco te gustara que yo te este controlando…
-¡Te equivocas!-le interrumpió totalmente sacado-¡Yo si te diría con quien y como trabajaría, es mas primero pediría tu opinión y luego decidiría!
Totalmente desconcertado y enojado se levanto de la cama y se paro delante de ella, para que vea como le esta lastimando descubrir a una Emily totalmente distinta a un mes atrás…
-De eso se trata el matrimonio Emily, de apoyarnos mutuamente, de cuidarnos…Pero se ve que tú-se callo un instante…
-¿Yo que? Dale dime lo que piensas…
-Tu no estas preparada para lo que nos espera
Sintió como las lagrimas le quemaban sus ojos e inmediatamente se levanto de la cama para proseguir con lo que había dejado, tomo la ropa del sueldo y la tiro dentro de la valija.
En silencio, Adam veía como Ely iba y venía con su ropa sin detenerse un minuto.
Luego de veinte minutos, Emily cerraba con todas sus fuerzas la valija y sin poder mirarlo a la cara le dijo…
-Vete por favor, tienes toda la razón no estoy preparada para lo que se nos viene, vete…
Él sin decirle nada ni reprocharle nada, tomo la valija y camino hacia la puerta del departamento seguido por ella…
-Ojala me puedas olvidar…
-Yo también lo espero...
Le dijo en un susurro antes de cerrar definitivamente la puerta…
Emily se acerco a la puerta, a la cual lentamente acaricio y sin evitarlo mas dejo que las lagrimas descendieran libremente, marcando un camino que se perdía en la nada.
Al otro lado de la puerta, Adam se encontraba en la misma situación, se apoyo en la puerta al igual que lo estaba haciendo ella y ambos empezaron a dejarse caer entre lagrimas y lamentos, sin darse cuenta ambos dijeron…
-Aunque no te quiero olvidar…
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