“Y es que le dicen la guapa, por
guapa, guapa, guapa y guapa. Por su gracia marinera que no la tiene
cualquiera…”
El sonido
proveniente de su celular la saco de sus pensamientos obligándola a girar a lo
largo de su cama hasta que su mano toco el aparato, sus dedos se apresuraron a
leer el contenido del mensaje que le había acabado de llegar y sus dientes
mordisquearon traviesamente su labio inferior.
-Marianita
vamos a mejorar esta mañana podrida que acaba de comenzar…
Luego de
contestar el mensaje de texto, se levanto de un salto y en menos de cinco
minutos su pollera azul marino cubría apenas su colaless color roja y su camisa
blanca estaba atada debajo de sus pechos, dejando apenas que se viera el encaje
blanco que contorneaba a su brasier, sus piernas fueron cubiertas por unas
medias que le llegaban hasta la mitad con algunos tajos y sus pies descansaron
sobre unos zapatos negros con tacón.
-Ma yo no voy a desayunar acá…-le dijo una vez
que llego hasta el living-comedor y la vio tomando unos mates mientras miraba
el noticiero.
-¿A dónde
vas entonces?
Lucia no
quitaba la vista del televisor y Eliana se encargaba de revisar que en su
cartera se encontrara todo lo que necesitaba, una vez terminado se la colgó al
hombro, tomo su carpeta y dos libros para agacharse y darle un beso en la
mejilla a su madre.
-Emmm…Para
que mentirte ¿no?-Lucía mientras sorbía un poco del agua caliente que había en
el mate asintió-Me voy a ver un ratito
con “El muerto”
Lucia
dejo inmediatamente de lado el mate y empujo apenas su silla mientras se
cruzaba los brazos sobre su pecho, Eliana cerró los ojos, dejo caer todo su
peso sobre su pierna izquierda y espero a que comenzara el sermón.
-Tu
hermano te tiene dicho y prohibido que te veas con ese pibe, si te lo dice
constantemente es por algo.
-Ni vos
ni Ezequiel lo conocen como yo vieja…Perdón mamá-se retracto al ver como las
cejas de su madre se ponían duras y serías, detestaba que la llamaran así.
-Yo no
tengo que conocer a nadie, confío en mis hijos y si tu hermano te dice que te
alejes de ese pibe es por algo.
-¡Y yo te
digo que no me voy a alejar!
Eliana ya
estaba perdiendo la paciencia, por lo que la ultima frase salió en forma de
grito, lo que provoco que Lucia también se molestara y alterara el tono de su
voz.
-¡Mira
nena a mi no me vas a venir a gritar y si te digo que no es….!-el portazo que
acaba de realizar Eliana provoco que Lucia terminara con la palabra en la boca
y saliera a correrla hasta las escaleras-¡Pendeja de mierda ven para acá! ¡Soy
tu madre y no me vas a dejar con la palabra en la boca!
-¡Adiós
mamá me están esperando!
Lucia
volvió a pegar otro grito mas fuerte mientras bajaba a las corridas el ultimo
escalón que daba al primer descanso del edificio y un insulto mas fuerte salió
de su boca al ver que su hija se subía a una moto negra que la esperaba en la
esquina y era conducida nada mas ni nada menos que por el oveja negra del “muerto”
Mientras
tanto, a unas cuantas cuadras de la casa de Eliana, una puerta color marrón
claro se abría dejando salir una oleada de vapor, para luego verse la figura de
un Ludovico envuelto con una toalla a la altura de su cintura, con sus locos
pelos revueltos y goteantes, y sus pies descalzos disfrutando de la temperatura
media que había en el piso.
-Hijo por
favor cámbiate…-le pidió Cecilia mientras pasaba con un cajón lleno de
impuestos que debía revisar, Vico le sonrío y solo se agacho unos centímetros
para darle un beso en la mejilla-Con eso no logras nada, cámbiate rápido así tu
padre te alcanza al colegio.
Vico sin
decir nada se dirigió hacia la puerta donde una bandera de Argentina descansaba
pegada en el centro, la cual era su habitación, pared pintada de celeste
cubierta por imágenes de sus artistas preferidos, entre ellos: Charly Garcia,
Fito Paez, Almafuerte, V8, Orka por un lado, por el otro se encuentran fotos de
Nirvana, The Beatles, John Lennon y Paul McCartney, y como si no le faltara
decoración a esa habitación, en un pequeño costadito justo encima de la
cabecera de la cama, una banderita de River Plate, el amor verdadero de Ludovico,
se encuentra flameando entre tantos músicos.
-¡Ohh que
placer!-exclamo al dejarse caer sobre su cama de dos plazas y rebotar varías
veces en ella.
Unos
minutos de fíaca no le hicieron nada mal pero era hora de irse al colegio, así
que la toalla blanca que rodeaba su cintura termino cayendo en algún rincón y
como Dios lo trajo al mundo se recorrió los pocos metros de su habitación para
colocarse su jeans azul, a la vez que se colocaba sus medias y sus zapatillas
de lona todas sucias y una remera blanca lisa que marcaban los musculosos
brazos de él era su habitual uniforme.
Con
carpeta negra en mano, lapicera azul y corrector en el bolsillo, sin olvidarse
de su celular y auriculares salio entre cantitos hacia la calle, donde su padre
lo esperaba con el auto encendido.
El viaje
no fue gran cosa, lo único que rompía el silencio dentro de aquel auto era la
música que desplegaba del radio, Ludovico no tenía muy buena relación con
Jesús, su padre, mas bien no tenía relación alguna, su padre era un hombre
bastante seco, solo se dedicaba a trabajar, a poner la plata en la mesa, a
comer y a dormir, eran muy pocas las veces en las que compartían charlas
interesantes, jugaban al futbol o se acompañaban en momentos claves.
-Gracias…-espetó
solamente Pedro al bajarse del auto…-Que vos también tengas un buen día…papá…-susurro
al ver como el auto desaparecía de su vista al instante en que él cerraba la
puerta, con un suspiro frustrante volteo hacia la puerta del colegio, era hora
de ponerse la careta de la felicidad.
Y de esta forma
comienza a contarse la historia de Eliana y Ludovico.
Eliana Francia.
Edad: 18 años
Familia: Lucia,
madre de 48 años, Ezequiel (Zeze) y Jair (Poro) de 20 años cada uno, Hernan,
padre abandonito de 41 años
Carácter: fiel,
impulsiva, dinamita pura, comprensiva, consejera, sensual.
“Que me prohíban
cosas hace que me vuelva un tanto insoportable y valla a contra corriente. Soy
desconfiada por naturaleza pero tengo mis motivos. Enamorada de mi peor
enemigo, aunque yo se que es la mejor persona del mundo. Sin miedo a defender
como se debe a mis amigas, Sofía, Brenda y Evelyn. Aunque muchos piensen que
quiero destruir mi vida yendo a la par de malas influencias, los que en verdad
me conocen saben que tengo metas, y no voy a parar hasta cumplirlas.”
Ludovico Luchiani.
Edad: 19 años
Familia: Cecilia,
madre de 50 años y Jesús, padre de 49 años.
Carácter: Orgulloso,
impulsivo, seductor, buen consejero, pasional.
“Lo único que vale
la pena en esta vida para mi es mi vieja y…y ella, aunque no nos podamos ver
cara a cara sin pelearnos, siempre mi sombra la esta cuidando, protegiendo de
las basuras que la
rodean. Como también no dudo en desparramar golpes a quien se
le ocurra poner un dedo encima a Alejandro, Carlos y Luis. La vida me da sus
golpes, por eso hace un tiempo decidí disfrutar de ella: mujeres, sexo y
descontrol, ¿Qué pibe de diecinueve años no quisiera vivir así? Pero no lo
olviden, la vida golpea y uno se tiene que amoldar a ella.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario