El sol
comenzaba aparecer por el lado este de la ciudad, iluminando con lentitud cada
rincón de esta, hasta que sus rayos ultravioletas se colaron en aquella
habitación, logrando como consecuencia dejar a la vista el desorden y la
suciedad que había ahí dentro.
-¡Eliana!
¡Eliana!-grito Lucía mientras terminaba de enganchar la cortina alrededor de una
pequeña cuerda y abría las persianas-¡Eliana despierta!-volvió a gritar al
notar que la chica que se encontraba en la cama de plaza y media que había en
la otra punta de la habitación, no hacia ningún movimiento.
Lucía
giro y suspiro cansada, cada día era la misma rutina, ella subía la pequeña
escalera para encontrarse con su hija menor aun durmiendo, entonces iba directo hacia la ventana para
iluminar la habitación y hacer que entre un poco de aire, mientras que repetía
una y otra vez el nombre de su hija sin tener logro alguno.
-¡Eliana
no te lo repito mas, despiértate de una buena vez!
Esta vez Eliana
se removió entre las cobijas y se cubrió un poco mas, por lo que Lucia se vio
en la obligación de acercarse a la cama, quitarle sin dolor alguno las cobijas
y dejarla al descubierto.
-¡Ya
vieja cinco minutos más!-grito la joven a la vez que tanteaba con su mano (y
con los ojos cerrados) el borde de la cobija.
-¡No Eliana!
¡Ya es tardísimo!-Lucía bufo y volvió a retirarle la cobija-¡Basta niña!
Te estas ganando un castigo para el fin de semana y sabes lo que significa…-se
callo un instante para arrodillarse sobre el suelo y poder meterse debajo de la
cama, de donde sacó las medias y zapatos del colegio-…Te quedas sin ir a la
fiesta de Paola…
-¡No!-grito
Eliana ante esa amenaza y Lucia río a la vez que le dejaba el uniforme sobre la
cama y se acercaba a darle un beso en la coronilla de su cabeza-Eres mala
¿sabes?
Lucia
solamente le sonrío mientras se dirigía hacia la escalera, sin antes decirle que
se apurara porque ya era demasiado tarde.
Eliana
parpadeo varias veces, dejando su vista clavada sobre las estrellas que se
encontraban pegadas en su techo, solo bastaron cinco minutos hasta que estiro
sus piernas para que tocaran el frío suelo y se abrazara a si misma por un
pequeño escalofrío que le recorrió.
-Que
sueño que tengo…-dijo en medio de un bostezo, se levanto de la cama y camino
hasta su pequeña cómoda donde había dejado cargando su celular la noche anterior-¡Pero
eres un monstruo Marianita!-exclamo al verse, sus manos se apresuraron a
intentar acomodar un poco el revoltoso cabello que la hacia parecerse al Rey
León-¡Demonios es tardísimo!
-Mamá
lleva más de media hora diciéndotelo-comentó Ezequiel desde la puerta de la
habitación, ella volteo solamente para sacarle la lengua, él le apunto con un
dedo-Cuantas veces te tengo que decir que no me gusta que duermas en corpiño y
culotte…
-¿Y yo
cuantas veces te tengo que decir, que si traes a una minita no hagas ruido a la
hora de tener relaciones?
Ezequiel
se puso inmediatamente colorado a la vez que se llevo una mano a su despeinado
cabello, Eliana sonrío mientras que sus manos se apoyaron sobre el borde de su
cómoda.
-¿Qué
necesitas hermanito?
-¿Yo?
¿Qué voy a necesitar?-Ezequiel se rasco la nuca, lo que provoco la risa de su
hermana-¿De que te ríes pendeja?
Ella
elevo su rostro, tirando su cabello hacia atrás cayendo en forma de cascada,
Ezequiel se cruzo de brazos mirándola con el ceño fruncido.
-Es
que…Es que Zeze te conozco como si yo te hubiera parido, dale…-movió sus manos
en un gesto que indicaba que dijera lo que necesitaba-Escupí la ensalada…
-Eres un
nomo de jardín insoportable…-se quejo el morocho…-Esta Kathy en mi habitación
y…
Eliana
largo otra carcajada más fuerte y comenzó a rotar su rostro en forma negativa,
se alejo de la cómoda para empujar a su hermano de la puerta y así poder mirar
al final de la escalera.
-Dale
Katrina subí…-le dijo a la rubia de pechos voluptuosos que se encontraba
apoyada contra la pared-¡Me
debes una grande!-le grito a su hermano una vez que este bajara de dos en dos
las escaleras y su ligue pasara la puerta de la habitación.
Eliana
estaba a punto de cerrar la puerta cuando una mano lo impidió, miró a Katrina, quien agacho la mirada
mientras se mordía tontamente la punta de su dedo anular e inmediatamente giro
para ver quien estaba del otro lado.
-Hola
peti…
-¿Qué
haces aquí?-le pregunto mientras el muchacho ingresaba descaradamente a la
habitación.
-¡Te debo
una muy grande!-le grito Ezequiel desde su habitación.
Eliana
miro a su hermano que le sonreía inocentemente, una vez que vio como cerro la
puerta de su habitación, giro sobre su mismo eje para ver como la rubia reía
tontamente ante los cariñitos que le hacia el muchacho descarado que había
ingresado hacia segundos.
-¿Perdón?-pregunto
con un tono irónico que cautivo la atención de la pareja-¿Qué coños
significa lo que están haciendo?
-Ay ya
Pitti sabes muy bien que me pones quenchi…
“¿Me
pones quenchi?” repitió en un susurro Eliana, mientras seguía viendo la escena,
sus ojos se abrieron como plato cuando vio como Katrina empujo al muchacho,
haciendo que este cayera recostado sobre la cama.
Vico
abrió sus labios para decir algo pero se le escapo un gemido al sentir como los
labios de la rubia comenzaban a jugar con el lóbulo de su oreja, Eliana sintió
como su sangre hervía pero intento mantenerse en calma, lamentablemente estaba
acostumbrada a vivir ese tipo de escenas pero…
-¡Creo
que es mejor que te vallas!-grito mientras tironeaba a la rubia del cabello
logrando quitarla de encima del chico-Mi madre esta por volver a subir y la
intención es que no te encuentre acá.
Katrina
iba a hablar pero esta vez ella fue mas veloz, Eliana abrió la ventana que daba
al patio trasero de su casa y sin ninguna delicadeza empujo a la rubia hacia
fuera.
-¡¿Qué
haces nena?!-grito Vico mientras se levantaba de la cama y corría hacia la ventana-¿Estas
loca?-le pregunto al voltearse.
-Si…-le
respondió ella acercándose peligrosamente a él-Estoy loca por...
La voz de
Eliana salio en un fino susurro, Pedro sonrío de medio lado, logrando una
sonrisa canchera, la cual sabía que a ella le molestaba profundamente. Él se
apoyo sobre el borde de la ventana esperando ver la acción de la chica.
-¿Estas
loca por…?-pregunto con la intención de que Eliana completara la frase.
Ahora la
que había sonreído fue ella, que se acerco peligrosamente al rostro de él,
primero coloco sus manos sobre los hombros luego rozo su nariz con la de él,
hasta que sus labios comenzaron un leve vaivén de roces.
-Estoy
loca por…-volvió a repetir ella en un mínimo susurro mientras hacia un
intercambio de miradas con él y su boca.
Estaban a
punto de besarse, cuando Eliana de un leve empujón hizo que Vico cayera por la
ventana, sin importarle que se encontrara solamente en paños menores ni que la
vecina chusma de al lado este observando todo desde la ventana de su cocina,
esperando el momento de poder ir a contar el chisme.
-¡Estas
loca petiza!-le grito Pedro mientras se levantaba del césped e intentaba cubrir
sus partes.
-Lo que
tu digas pendejo…-Eliana se mordió la lengua para no gritarle un insulto pero
su naturaleza le supero-¡La próxima vez que la rubia hueca quiera follarte…Y en
MI cama la consecuencia va a ser peor…!
Pedro largo
una carcajada y Eliana solamente le mostró el dedo del medio para luego meterse
de nuevo dentro de su habitación.
-¡¿Por lo
menos me devuelves mi ropa?!-le grito un Vico que se encontraba en mitad de un
patio delantero intentando cubrirse sus paños menores con dos tapas de pizzas
que había sacado del contenedor de basura.
La
morocha desvío su mirada hacia su cama donde se encontraba los jeans de él y en
dos zancadas estaba de vuelta frente a la ventana con la prenda en una de sus
manos y en la otra una tijera.
-¿Los
quieres?-le pregunto y Vico asintió rápidamente-Lastima…Tendrás que comprarte
un par nuevo…
Vico
largo un grito histérico al ver como ella desde su ventana iba desgarrando a
tijeretazos sus jeans, que justamente solían ser sus preferidos, segundos
después la prenda caía sobre su rostro.
-¡Me la
vas a pagar nomo de cuarta!
-¡Lo que
tú digas!-le grito ella.
Eliana
cerró fuertemente su ventana para luego dejarse caer sobre su cama, cerró los
ojos mientras suspiraba, lamentablemente para ella, esa situación se repetía
constantemente pero no le quedaba de otra que hacerse la malita con él y
volverlo loco cada vez que pudiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario